La UE desaconseja a los 27 bajar el IVA de la energía y aboga por ayudas directas a los hogares

La crisis de la energía sigue golpeando a gran parte de la Unión Europea (UE) debido al alza de precios de la electricidad y la luz y para amortiguar la factura varios ejecutivos han optado por reducir el IVA, entre ellos España. Pero desde Bruselas desaconsejan esta vía a los 27.

El comisario europeo Paolo Gentiloni ha enviado una carta a los ministros de Economía de los 27 estados miembros en la que insta a no reducir el IVA de la energía como medida para amortiguar la subida de los precios y aboga por la ayuda directa a hogares y empresas así como instaurar más impuestos a los conocidos como "beneficios caídos del cielo" de las grandes compañías energéticas.

Gentiloni recuerda que con la última normativa europea sobre el IVA que entró en vigor a principios de abril, cada país miembro puede decidir en qué productos aplican el IVA reducido, pero ha insistido en que esta opción en el caso de la energía no es efectiva y la considera también poco coherente con los objetivos climáticos de la UE.

"El beneficio para empresas y consumidores es incierto"

Gentiloni ha explicado en la misiva que dicho plan es el más "fácil" de aplicar y es entendible que muchos hayan optado por ello durante las primeras semanas o meses, pero que dado el contexto actual de la situación energética, bajar el IVA no ayudará a reducir la factura y que "el beneficio para empresas y consumidores es incierto". Ha precisado que si los precios siguen siendo muy altos, la reducción de dicho impuesto no se traduce en una bajada notable de la factura para los consumidores.

De hecho, ha puntualizado, puede traducirse en que los operadores aumenten el precio de la energía para compensar esta bajada de impuestos y entonces el consumidor final no se beneficie de ninguna reducción y siga con facturas muy elevadas.

Ha remarcado la importancia de llegar a los objetivos climáticos marcados para 2030 y 2050 y en lugar de reducir la fiscalidad indirecta, aboga por instaurar ayudas a los hogares y empresas que se financien mediante impuestos a los beneficios de las compañías energéticas.