Ayer, el presidente del Bundesbank, partidario de subir los tipos de interés, se mostró una vez más contrario a las expectativas del mercado de que el BCE empiece a bajar el coste de los préstamos a partir de la primavera. "Es demasiado pronto para hablar de recortes, la inflación es demasiado alta", señaló en una entrevista. "Quiero ver nuevos datos.
Esperaremos a la próxima reunión del Consejo de Gobierno y ya veremos". En la misma línea se pronunciaba su homólogo austriaco, quien dijo que no se debería confiar en que el BCE baje los tipos este año, a la vista de los conflictos en el Mar Rojo, que están encareciendo el transporte marítimo a través del Canal de Suez. Antes, el fin de semana, el economista jefe del banco central subrayaba en una entrevista que recortar los tipos demasiado rápido podría alimentar una nueva ola de inflación, obligando al BCE a subir los tipos aún más. Los mercados prevén recortes este año de casi 150 pb a partir de abril.
Los comentarios de los responsables monetarios europeos instando a la cautela y tratando de restar importancia a las expectativas hacían que ayer los rendimientos de los bonos de la zona euro subieran. Poco influyó que la Oficina Federal de Estadística publicase que la economía alemana se contrajo un 0,3% en el último trimestre del año pasado y un 0,3% en el conjunto del año 2023. Con el estancamiento del tercer trimestre, según la revisión de la oficina de estadística, la economía alemana bordeó la recesión.
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