El Parlamento Europeo ha avalado el plan para eliminar las calderas de gas en 2040

El reciente aval del Parlamento Europeo al plan para eliminar las calderas de gas para el año 2040, Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPDB), marca un hito significativo en la búsqueda de soluciones para abordar la mejora energética y la implantación de las energías renovables. En el actual escenario, las viviendas representan aproximadamente el 40 % del consumo total de energía en la Unión Europea.

Los edificios, además, son responsables de más de la mitad del consumo de gas en la UE, utilizado principalmente para calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. Esta dependencia del gas no solo tiene un impacto en el consumo de energía, sino que también contribuye al aumento de las emisiones de efecto invernadero, representando el 36 % del total de emisiones en la región.

Por lo tanto, la eliminación progresiva de las calderas de gas en favor de sistemas de calefacción más eficientes y sostenibles es una medida crucial para reducir la huella ambiental de los edificios y cumplir con los objetivos de mitigación del cambio climático establecidos en el Acuerdo de París.

Sin ayudas a los combustibles fósiles

A partir del 2025 los gobiernos suprimirán las ayudas para la instalación de sistemas basados en combustibles fósiles y los incentivos financieros seguirán siendo posibles, aunque solo para los sistemas híbridos de calefacción que utilicen una cuota significativa de renovables, como los que combinan una caldera con una bomba de calor o una instalación solar térmica. A este respecto, la Asociación Española del Gas, Sedigas reitera que la Directiva aprobada únicamente contempla:

• La necesidad de reducir progresivamente el uso de combustibles de origen fósil en la climatización de los edificios hasta su sustitución en el horizonte temporal de 2040.
• A partir del 1 de enero de 2025, se limitarán las ayudas directas o subvenciones para la adquisición o renovación de tecnologías que emplean combustibles fósiles en los edificios de viviendas, con la excepción de aquellas adjudicadas antes de 2025.
• En ningún caso limita, mucho menos prohíbe, la instalación de estas tecnologías cuando estén preparadas para utilizar energías renovables como el biometano o el hidrógeno renovable, ambos gases renovables

Sistemas alternativos para las calderas de gas

A partir de 2030, los nuevos edificios que se construyan en la Unión Europea estarán obligados a ser climáticamente neutros por ello los sistemas sustitutos de las calderas de gas están ganando terreno en el panorama de la climatización y calefacción de edificios especialmente en un contexto de cambios obligatorios hacia energías más limpias y sostenibles. Estos son algunos ejemplos de sistemas alternativos eficientes:

• Bombas de calor: Las bombas de calor son sistemas altamente eficientes que extraen el calor del aire, el suelo o el agua y lo transfieren al interior de un edificio para calefacción y refrigeración. Utilizan electricidad para operar, pero pueden generar hasta tres veces más calor del que consumen, lo que las convierte en una opción respetuosa con el medio ambiente.
• Calderas eléctricas: Una de las principales ventajas de las calderas eléctricas es su alta eficiencia, ya que no hay pérdida de energía asociada con la combustión de gas. Además, son más limpias en términos de emisiones, lo que las convierte en una opción respetuosa con el medio ambiente.. Se recomienda combinarlas con un sistema de placas eléctricas para reducir la factura de la luz.
• Calefacción solar térmica: Este sistema aprovecha la energía del sol para calentar agua, que luego se utiliza para calefacción y agua caliente sanitaria. Los paneles solares térmicos capturan la energía solar y la transfieren a un sistema de almacenamiento, desde donde se distribuye a los radiadores o el suelo radiante.
• Calderas de biomasa: Funcionan gracias a la quema de leña o, sobre todo, pellets. Su precio se ha reducido, aunque el de los pellets ha subido.
• Calefacción geotérmica: La calefacción geotérmica aprovecha el calor del subsuelo para calefaccionar edificios. Se instalan bucles de tuberías enterradas en el suelo, que absorben el calor y lo transfieren al sistema de calefacción del edificio. Es una opción eficiente y constante, ya que la temperatura del suelo se mantiene relativamente estable durante todo el año.

Con la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPDB) el Parlamento Europeo da paso a la proyectada transición energética que promoverá la eficiencia energética y la innovación en los sectores tanto energético como en la construcción.