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Redondo de Carlos Ochoa a su primer novillo
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Redondo de Carlos Ochoa a su primer novillo

La primera en la frente: gris festejo inaugural de la Feria de San Isidro

Novillada más aprovechable de Guadaira de lo que lograron Garzón, Ochoa y Téllez

martes 08 de mayo de 2018, 22:25h
El tópico dicta que los calés no quieren buenos principios a sus cosas para que haya buenos finales. Dios los guarde. Ojalá sea verdad. Porque el largo -eterno- ciclo isidril de más de un mes de duración se ha iniciado con una novillada plúmbea en la que la terna del debutante David Garzón, el peor; Carlos Ochoa, con algunos breves apuntes, y Ángel Téllez, con el un mal lote, aburrieron frente a un encierro desigual de Guadaira pero al que debían haberle sacado más partido. Las únicas, y merecidas ovaciones, fueron para los pares de banderillas de los subalternos Andrés Revuelta y Juan Navazo. Como todo sea así, es para pegarse un tiro, aunque sea en el pie.

Que el Altísimo nos coja confesados y comulgados, y el santo patrón que da nombre a la Feria nos ayude, si los críticos hemos de aguantar -como nos tememos- muchos festejos de electroencefalograma plano como el de este martes. Lo de 'nos tememos' es aplicable a las novilladas, ya que en el escalafón hay poco a destacar y tampoco muchos de sus coletudos son un dechado de ilusión y de entrega, de salir a revientacalderas a la plaza que puede cfambiar su sino.

El asunto empeora cuando uno de ellos, pongamos que se habla y escribe del debutante David Garzón, da una imagen tan vulgar y, lo que es peor, de falta de rabia, de ganas de comerse el mundo. El caso es que se desconocen las razones, desde luego por méritos profesionales no, que han llevado a la empresa a anunciarle en San Isidro sin haber pisado antes el ruedo venteño.

Y en vez de méritos, el ya no tan chaval de casi 25 años, acumuló lo contrario ante un lote noble, como todos los 'guadairas', que si no se adornaba con casta sí con cierta codicia y movilidad. Sin embargo el ecuatoriano -es verdad que con el viento en contra en el cuarto de la tarde- nada dijo con capote ni muleta, y las únicas palmas que escuchó fueron las de tango a lo largo de algunas fases de sus dos faenas o lo que fuera aquello.

Sí dejó volutas de buen toreo, aunque sueltas, Carlos Ochoa, sobre todo en su primero, pronto y de buen tranco pero que le pedía la distancia que el madrileño no le ofreció con su encimismo, aunque hubo bellos trazos en redondos y naturales y se tiró como un león con el estoque. Otra historia fue con el otro, mansote y paradote, que sólo le permitió algún pequeño detalle, como el ajustadísimo quite por saltilleras en su turno con el que abrió feria.

El más perjudicado en el sorteo fue Ángel Téllez, al que correspondieron los dos bureles de menor fuerza. El que hizo tercero, fue tan a menos que acabó hocicando la arena casi de continuo en el último tercio, mientras que el que cerró función, distraído y soso, sólo se empleó mínimamente al inicio de la faena con la pañosa sin que el madrileño se acoplase de forma idónea, y después se vino abajo definitivamente. Como un símbolo de lo que fue este festejo inaugural en conjunto. Que Dios nos coja confesados. Y no olé.

FICHA

Novillos de GUADAIRA, desiguales de presentación (justos los tres primeros, con trapío el resto), nobles y manejables; 1º, 2º y 4º con movilidad; 3º, inválido. DAVID GARZÓN: silencio; silencio. CARLOS OCHOA: silencio tras aviso; silencio. ÁNGEL TELLEZ: silencio; silencio. Plaza de Las Ventas, 8 de mayo, 1ª de Feria. Algo más de media entrada.

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