La primera, en la frente. Ea. Porque el abono otoñal no podía empezar peor en una tarde plúmbea por parte de los protagonistas de la Fiesta, ya se sabe: los bicornes en este caso de la divisa de López Gibaja -que hace un par de semanas ya fracasaron en Albacete- eran el sumum de la sosería, aunque obedientes cual arrepentidos pecadores, mansos y blandos. Sí. Pero también sus antagonistas: una terna de coletudos con pocos festejos que, al menos teóricamente, deberían haberse dejado la piel, apasionarse, incluso hasta embestir ellos, a fin de lograr, o intentar, un triunfo que les ayude en su carrera. Pues, nada. Sergio Sánchez, Emiliano Osornio e Ignacio Candelas, por cierto que parecen tener un buen concepto del toreo, anduvieron por el ruedo conformistas y vulgares. Ya se pueden imaginar que la emoción brilló por su ausencia y el sopor por su presencia.
Lo mejor es que el festejo concluyó sólo dos horas después de su inicio, algo desgraciadamente inhabitual en Las Ventas. Dentro de la mala tarde de los chavales, se salva mínimamente Osornio, que tras no acoplarse a la movilidad -que no casta- de su pegajoso primero que punteaba a la defensiva las telas a la salida de las suertes, o lo que fuera aquello, le echó algo más de ganuza novilleril con el otro. Un animal de llamativo pelaje melocotón, serio y enmorrillado frente al que destacó en algunas cortas ortodosas series -a veces con abuso de pico- con prestancia y cierta hondura, y en una gran estocada.
Vaya en su honor que, aunque sin relieve, fue el único espada que compitió en quites a los de Sergio Sánchez. Éste apuntó algunos detallitos sueltos con que abrió función y en el otro, que también iba y venía con la cara alta, llegó a aburrir tanto a la gente que desde los tendidos sonaron palmas… de tango. No dijo nada tampoco Ignacio Candelas en el tercero, y al sexto, de nombre ‘Sartenazo’, lo asesinó con otro ídem su picador en el primer encuentro y el animalito llegó muerto a la muleta.
FICHA
Novillos de LÓPEZ GIBAJA, bien presentados en general excepto los dos primeros, muy justos; nobles, mansotes, descastados, sosos y flojos. SERGIO SÁNCHEZ: ovación tras aviso; silencio. EMILIANO OSORNIO: palmas tras aviso; ovación tras aviso. IGNACIO CANDELAS: silencio; silencio. Plaza de Las Ventas, 2 de octubre, 1ª de Feria. Poco más de media plaza (14.451 espectadores, según la empresa).