Dos nuevas parejas y una sorprendente 'no elección' en la final de 'Un príncipe para 3 princesas'

Llegó el esperado final del cuento de las princesas, aunque como de costumbre, ni siquiera en el día de la ‘triple boda’ reinó la paz. La princesa salvaje, Yiya eligió como su príncipe azul a Borja, la princesa oriental, Rym, se decantó por el navarro David, y la princesa tradicional, Marta sorprendió a todos los presentes con su ‘no elección’.

Marta, Rym y Yiya se reencontraron tras sus románticos viajes para contarse las novedades en sus respectivos bandos. Yiya había decidido que sus finalistas fueran Borja y Juan Carlos, Marta se quedó con Padilla y Mateo, y Rym ‘conservaba’ a David, Umberto y el ‘repescado’ ex pretendiente de Yiya, César, al que terminó dando calabazas horas antes de la final.

Como en todas las bodas, además de las novias, la ‘celestina’ Luján y los asesores, las princesas decidieron invitar a algunos de sus ex pretendientes. Dani, el ‘beatle’ francés que fue expulsado por Yiya y rechazado por Rym, acudió a la ceremonia junto a su hermano y bajista de su grupo. Iván, el repartidor de pizza metrosexual, y Josh, el pretendiente que se enamoró de la tía Chari regresó para intentar conquistarla, aunque no tuvo mucho éxito.

Tras una conversación de esas en las que sólo se entiende ella, Yiya le entregó la calabaza a Fidel, aunque éste se había convertirdo en su asesor tras la salida de su ‘ex amiga’, Nuria. La princesa ‘salvaje’, terminó derrumbándose en brazos de su nuevo amigo por los nervios previos a la boda, aunque según dijo, tenía claro a quién de sus dos pretendientes elegiría.

Pedro, que no pierde el tiempo, intentó ligar hasta con el maquillador y peluquero de Rym, del que se quedó prendado desde el primer momento, como le pasó con algún que otro pretendiente de las chicas y con un trabajador de mantenimiento de la piscina del reino.

Antes de su decisión final, y tras recordar sus mejores y peores momentos en el programa, las princesas pudieron conocer algo que desconocían, y es que el primer día, los 24 conquistadores se pusieron un guante rojo, amarillo o negro según la chica que más les gustó a primera vista, antes de que las princesas formaran sus equipos. Marta comprobó como Padilla se decantó por ella desde el principio, pero Mateo y su favorito Ramiro, optaron por Rym. La princesa oriental vio que David sí que la había escogido, pero Umberto prefirió a Yiya. La princesa salvaje, se llevó una decepción cuando vio que su preferido, Borja optó por Marta, y Juan Carlos, por Rym.

Josh pudo tener una ‘mini cita’ con la tía Chari, y tras confesarle sus sentimientos quiso saber si tenía posibilidades con ella. La tía de Marta le dio largas de una forma tan indirecta que el ex pretendiente de su sobrina entendió que tenía opciones y se quiso lanzar a darle un beso, aunque ella le insinuó que no lo hiciera.

Una alfombra roja cubierta de flores condujo a las princesas al ‘altar’ en el que darían el ‘sí, quiero’ a su príncipe azul. La primera en llegar fue la princesa tradicional, Marta, que se confesó muy nerviosa, Rym, la princesa oriental, se mostró segura pero nerviosa, y por último, la princesa incontrolable, Yiya, que fiel a su estilo, no dejó claro si estaba bien o no.

David, Umberto, Borja, Juan Carlos, Padilla y Mateo, los finalistas de Rym, Yiya y Marta, ataviados con traje negro, camisa blanca y pajarita, llegaron al altar para esperar la decisión de sus enamoradas. A falta de Sabina, buenos fueron o al menos lo intentaron, Dani y su hermano, que se atrevieron a interpretar el mítico tema, ‘Princesa’.

Los pretendientes tuvieron que escoger a la que ellos creían que era la auténtica princesa, y aunque parecía que cada uno votaría a su princesa, Juan Carlos, eligió a Rym en lugar de a Yiya. Nombrada la verdadera princesa del Reino de las 3 coronas, fue la primera en coronar a su elegido, y sin dudarlo ni un momento, se decantó por el navarro, David, y sellaron su amor con varios besos delante del ‘dolido’ Umberto.

Antes de tomar su decisión, Yiya y Juan Carlos, que eligió a Rym como ‘verdadera princesa’, tuvieron una agria despedida, aunque la princesa prefirió centrarse en el que la había enamorado desde el primer momento: Borja, al que coronó como su rey.

Llegó el momento de Marta, que debía escoger entre Padilla y Mateo, aunque su corazón se lo había llevado el argentino vasco, Ramiro. Como era de esperar, el argentino irrumpió en la boda pero, contra todo pronóstico, Marta prefirió no elegir a ninguno, y volverse a su pueblo con su tía Chari.