Vladímir Putin ordenó el jueves una tregua de 36 horas con motivo de la celebración de la Pascua ortodoxa, un alto el fuego en la guerra que el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, puso en duda desde el principio y lo achacó a una estrategia de Rusia.
Las autoridades ucranianas han denunciado que el alto el fuego anunciado por Putin no se ha cumplido y que en estos días varias ciudades ucranianas de Donetsk han sido atacadas.
Los gobernadores de ciudades como Jersón o Járkov, entre otras, han señalado que durante el viernes y el sábado las tropas rusas han bombardeado determinadas zonas y en algunos casos edificios civiles, lo que ha ocasionado varios muertos y heridos.
Por su parte Rusia niega las acusaciones y ha insistido en que sí mantuvieron el alto el fuego. De hecho, desde el Ministerio de Defensa ruso recalcan que sus ataques fueron como respuesta al fuego ucraniano, indicando así que quienes rompieron la tregua fueron los ucranianos.
Los servicios de inteligencia de Reino Unido apoyan la versión de Ucrania y subrayan que los combates nunca cesaron, un argumento que también apoyan desde Estados Unidos según ha indicado la subsecretaria de Defensa, Laura Cooper.
Zelensky carga contra Rusia y sus "falsas palabras"
El presidente ucraniano ya criticó la tregua anunciada por Putin al considerarla una "tapadera" para rearmar y abastecer a las tropas rusas y ha seguido esta línea crítica en su último discurso al país.
Ha considerado un "fracaso" el alto el fuego anunciado y ha tildado como "falsas" las palabras o promesas de Moscú.
"Una vez más se ha confirmado: Solo la expulsión de los ocupantes rusos del territorio ucraniano y la eliminación de todas las oportunidades de que Rusia ejerza presión sobre Ucrania y toda Europa significarán el restablecimiento del alto el fuego, la seguridad y la paz", ha subrayado Zelensky.
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