Boris Johnson aprobó una polémica ley para controlar la inmigración ilegal que consiste en 'reubicar' en Ruanda a los solicitantes de asilo que hayan entrado en el país de forma irregular. Pero la Justicia europea ha impedido el despegue de la que iba a ser la primera deportación bajo esta normativa y el avión finalmente no ha salido.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha emitido primero una orden para detener la deportación de un solicitante de asilo iraquí que salió de su país en abril de 2022 y al llegar a Reino Unido pidió asilo alegando que estaba en peligro. Finalmente la orden se ha extendido al resto de personas que iban en el avión que iba a despegar con destino Ruanda.
Al extenderse a todos, la aeronave no ha podido despegar y se ha evitado la deportación. "El Tribunal Europeo ha indicado al Gobierno de Reino Unido que el solicitante no debe ser expulsado a Ruanda hasta tres semanas después de la entrega de la decisión interna final en su juicio judicial en curso", se indicaba en la orden del TEDH, que se ha acabado por extender al resto de inmigrantes.
Reino Unido se muestra "sorprendido" aunque insiste en que seguirá "haciendo lo correcto"
La controvertida ley generó mucha polémica entre la oposición así como en el seno eclesiástico, pues muchos arzobispos criticaron la medida por "inhumana" y "cruel". Tras esta detención 'in extremis' el Ejecutivo de Johnson se ha mostrado "sorprendido", en palabras de Priti Patel, ministra de Interior, aunque ha avisado a la UE que "no se dejarán disuadir" y seguirán adelante con la normativa.
"No nos disuadirán de hacer lo correcto y llevar a cabo nuestros planes para controlar las fronteras de nuestro país", ha espetado Patel y ha anunciado que el equipo legal está evaluando lo ocurrido y asegura que "muchos" de los que iban en ese avión "irán en el siguiente".
Los hechos se han producido justo después de que Boris Johnson haya hecho públicos sus planes de romper el acuerdo del Brexit sobre Irlanda del Norte con la UE.
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