La noticia de estos días a nivel internacional ha sido la de los daños en las tuberías de los gaseoductos Nordstream 1 y Nordstream 2 en aguas internacionales en el Mar Báltico.
La OTAN ha emitido este jueves un comunicado en el que asegura que estos daños son "motivo de gran preocupación", ya que puede suponer que queden inutilizados para el futuro, además del impacto medioambiental.
"Toda la información actualmente disponible indica que todo esto es el resultado de actos de sabotaje deliberados, imprudentes e irresponsables", ha dicho la Alianza en su nota.
Y añade: "Estas fugas están causando riesgos para el envío y daños ambientales sustanciales. Apoyamos las investigaciones en curso para determinar el origen de los daños".
En cuanto a cómo reaccionar a este posible 'ataque' indirecto de Rusia a Europa, la OTAN ha explicado: "Nosotros, como aliados, nos hemos comprometido a prepararnos, disuadir y defendernos del uso coercitivo de la energía y otras tácticas híbridas por parte de actores estatales y no estatales".
"Cualquier ataque deliberado contra la infraestructura crítica de los Aliados se enfrentaría con una respuesta unida y decidida", ha advertido, sin especificar qué tipo de respuesta puede ser.
Desmentido de Rusia
Desde Rusia, sin embargo, y como era de esperar, desmienten cualquier intervención en el gaseoducto e incluso apuntan a Estados Unidos como causante, ya que considera el régimen de Putin que a quien beneficia más es a los norteamericanos, que están exportando su gas licuado a Europa y ahora podrá subir aún más los precios.
Rusia ya había cortado el grifo del Nord Stream y no había mucho gas en las tuberías y se espera que la fuga termine a lo largo de este fin de semana.
Los expertos, dentro de que consideran que es un daño medioambiental, retiran la alerta porque es un gas que se evapora rápido y su principal componente es metano, en un 90%, que si bien es corresponsable del calentamiento global, como el Co2, no es muy dañino.
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