Que la victoria en las primarias republicanas para designar candidato electoral está más que clara para Donald Trump, es algo muy evidente.
Pero el problema para el Partido Republicano es otro: sus perspectivas posteriores en las urnas debido al choque Haley-Trump.
Y es que Nikki Haley, de 52 años, la rival interna de Trump, no es sólo una adversaria más, sin relevancia más allá de la pugna. La ex embajadora ante la ONU y ex gobernadora de Carolina del Sur representa a un sector moderado dentro del republicanismo muy importante y que además está creciendo. Gusta a una sociedad tan diversa étnicamente, gustando mucho a los descendientes de inmigrantes.
Es más: es un sector que se niega a que Trump sea de nuevo presidente y que, según los analistas, sus votantes serían después votantes potenciales de Joe Biden, del Partido Demócrata, en lugar de apoyar a Trump.
Encuestas y potenciales
El caso es que no importa que Trump arrase o no en las primarias republicanas. Se da por hecho su triunfo. El problema del partido es que el 20% o 30% de sus votantes, que se decantan por la vía moderada de Haley, no se verán representados después por la radicalidad del magnate y ex presidente de EEUU, por lo que peligran sus apoyos.
Ahora mismo Trump y Biden tienen proyecciones muy parejas en intención de voto, de ahí que cada voto sea clave en caso de que los indecisos se decanten por un lado u otro. Y no hay que olvidar que ahora mismo los estados de Colorado y Maine tienen abiertos procesos judiciales para vetar a Trump como candidato debido al episodio del asalto al Capitolio de 2021.
En las recientes primarias de New Hampshire, cierto que un estado muy progresista tradicionalmente, Trump ganó a Haley, pero sólo por 11 puntos de distancia, permitiendo además que su rival ganara protagonismo y focos mediáticos.
Retirados ya los extremistas Ron DeSantis y el empresario Vivek Ramaswamy, las primarias del Partido Republicano ya es cosa de 2, que además están en las antípodas políticas dentro del ala conservadora.
"¿Quién es esa impostora que dijo que iba a ganar?", le dijo Trump a su rival mujer tras ganarle en Iowa y New Hampshire. Pero sin darse cuenta, dio alas a otra de las principales aspirantes a ser la primera mujer presidenta del país, tras quedarse muy cerca Hillary Clinton en 2016. Hay una idea clara: cuanto más duro sea Trump contra Haley y más enoje a sus votantes, puede que éstos se pasen a la opción de Biden.
Objetivos de Haley
El gran objetivo ahora mismo de Haley es al menos una victoria ante Trump. Espera que sea en Carolina del Sur, el estado que gobernó 6 años, entre 2011 y 2017.
Dejó ese puesto para ser embajadora ante las Naciones Unidas, cargo donde sólo estuvo año y medio, precisamente por los desencuentros que tenía en política internacional con Trump cuando éste era el presidente del país.
Haley se llama en realidad Nimrata Nikki Randhawa, tomando ese apellido de su marido estadounidense, Michael Haley. Es descendiente de padres inmigrantes indios.
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