En la localidad de Borodianka, a 50 kilómetros de Kiev, se han encontrado 26 cadáveres bajo 2 edificios en ruinas.
La fiscal general de Ucrania acusó a las tropas rusas de llevar a cabo ataques aéreos sobre la ciudad tras su retirada.
El presidente del pais, Volodímir Zelensky, insiste en que la situación en Borodianka es "mucho peor que en Bucha" y Hostomel.
Borodianka es otra de las pequeñas ciudades cercanas a la capital que fueron asesiadas por los rusos para rodear Kiev y que tras la retirada de tropas ha dejado un rastro de horrores, siendo posibles crímenes de guerra.
Tiene una población cercana a 13.000 personas.
Fue tomada durante la invasión rusa como eje principal del avance sobre Kiev y fue objeto de fuertes ataques aéreos y bombardeos de artillería.
Varios edificios residenciales e infraestructura civil fueron destruidos, y se volaron puentes, dejando a los supervivientes aislados, sin víveres para subsistir. Los vecinos aseguran que los soldados rusos saquearon tiendas y residencias, convertida Borodianka en conexión logística clave.
Para el 30 de marzo, cuando las tropas rusas se retiraron, Borodianka había quedado devastada, con sus bloques residenciales en ruinas y los civiles atrapados entre los escombros.
Ahora las autoridades creen que las bajas probablemente sean más altas que las de la cercana Bucha, que tanto llamó la atención al mundo esta semana por los horrores presenciados allí tras la retirada rusa.
Hubo secuestrados, interrogados y torturados, según las primeras investigaciones. Los bombardeos y ejecuciones han podido dejar el número de muertos en una estimación inicial de 200 a 400 personas.
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