Reseña del libro 'Sensación térmica' de Mayte López: lleva en su pecho una herida

Los meteorólogos acuñaron el término “sensación térmica” para soslayar la diferencia entre la temperatura que marca el termómetro y la que nuestra piel o nuestro interior sienten. Ese es el título que la mexicana Mayte López (Nueva York, 1983) ha elegido para las solapas de su segunda novela, una historia impactante, cruda, equilibrada y aparentemente sencilla que, sin embargo, profundiza en sus pocas páginas en la doble lealtad a la amistad y la familia, la vida de los latinos en una Gran Manzana, al fin y al cabo, anglosajona y, sobre todo, la violencia silenciosa y estructural hacia la mujer.

Mayte López exhibe un currículum apabullante que combina periodismo, traducción e investigación en universidades estadounidenses y de su país, y parece parecerse a las dos protagonistas, cuya amistad sirve para hilvanar su libro: la mexicana Lucía y la colombiana Juliana, ambas estudiantes de postgrado, bilingües, supervivientes, precarias e inadaptadas al clima hostil, al mundo académico anglosajón y a las relaciones superficiales que imperan en Nueva York. El trazo de los rígidos estratos sociales, raciales y académicos que sufren dos jóvenes latinas en un lugar donde el único mestizaje que realmente ocurre es el de las lenguas, como tan bien López exhibe en su propia redacción, sería uno de los principales valores de su novela si no fuera porque este es argumentalmente secundario frente a las consecuencias de la violencia de género en todas las facetas de la vida de una mujer. Lucía asiste como una espectadora callada a la escalada paulatina de esta opresión en la relación de pareja de su amiga. Esto a su vez la lleva a las agresiones que Lucía presenció y sufrió en su propia familia en el DF y a las que por sucesivos lances de la vida debe volver a encarar y, en la medida de lo posible, resolver. Los límites de la amistad, la dignidad personal y la lealtad familiar se ven tensionados en estas circunstancias que López describe con prosa ágil, aunque en ocasiones de acabado desigual, y una eficaz recurrencia a rancheras, corridos y otras canciones mexicanas que muestran el arraigo de una concepción trágica, rastrera y machista del amor.

Lo adecuado del título y del propio argumento tardan en descubrirse, pese a la brevedad de esta obra. Es la diferencia entre lo que llega y lo que se percibe y siente, bien un termómetro en las calles del Village y la piel de una mujer caribeña, bien el tipo de amor que se da frente al que se recibe, bien lo que se espera de una hija o una pareja frente a las decisiones que se practican. El eficaz conjunto de todo ello solo se aprecia al final y compensa el carácter convencional de unos capítulos intermedios un tanto insípidos y el dibujo maniqueo de los personajes. Las últimas páginas resultan cautivadoras y vibrantes, la resolución es esplendorosa y la sensación que genera el libro acabado es una sosegada combinación de haber disfrutado y de haber aprendido de la infinitud de pequeños gestos que conforman la opresión doméstica de una mujer maltratada y falsamente enamorada. Por ambas razones es casi imperativo acercarse a este libro de Mayte López.

Sensación térmica
Mayte López
Libros del Asteroide, 2021
176 páginas, 18.95 euros