Lukoil expresó este martes su buena disposición a presentar garantías adicionales a los bancos para financiar su entrada en Repsol a través de la compra de la participación de Sacyr Vallehermoso, informaron fuentes del sector financiero.
Representantes de la petrolera rusa expusieron a través de videoconferencia su propósito a los bancos acreedores de Sacyr, que se reunieron con La Caixa para seguir estudiando condiciones para traspasar a Lukoil el préstamo que concedieron a la constructora.
Concretamente, la Caixa y Santander, Caja Madrid, Citigroup y Calyon analizan desde el pasado viernes maneras para reformular el crédito de Sacyr con el fin de que Lukoil pueda hacerse con el 20% de Repsol en manos de la empresa que preside Luis del Rivero.
No obstante, durante toda la jornada se han sucedido informaciones que apuntan a las dificultades de que los bancos encuentren suficientes garantías para cerrar un acuerdo, y de casar las expectativas de Sacyr con las de Lukoil.
En este sentido, el presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), Aurelio Martínez, calificó de operación "muy complicada" la financiación a Lukoil. "La subrogación del crédito de 5.000 millones de euros presenta dificultades para las entidades, es una macro operación tremenda", dijo.
La Caixa, que anunció la celebración del primer encuentro entre entidades para analizar la financiación de la entrada de Lukoil en Repsol, está dispuesta a vender parte de su participación indirecta en la petrolera a través de Criteria, condicionado al cierre del acuerdo de venta entre Sacyr y Lukoil.
En la actualidad, la Caixa controla un 14,123% de la petrolera, en la que también participan la aseguradora Axa (4,2%) y Pemex (3%). La caja catalana articula su participación a través de su sociedad conjunta con Caixa Catalunya, Repinves, (6,1%) y de Criteria (9,1%).
Rechazada una moción del PP para 'blindar' Repsol
El Pleno del Congreso de los Diputados rechazó con el único voto en contra del PSOE y la abstención del resto de grupos, una moción del PP que pretende instar al Gobierno a impedir que empresas "
públicas o privadas" procedentes de países extracomunitarios tomen participaciones significativas en empresas energéticas que operan en el mercado español, en alusión a la posible entrada en el capital de Repsol por parte de la petrolera rusa Lukoil.