La consejera de Inmigración de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, cifró este martes en 882.000 las "tarjetas sanitarias en manos de inmigrantes", dentro de la región madrileña.
Figar, quien clausuró este martes una jornada sobre "Gestionar la inmigración. Propuestas para un desarrollo eficaz", organizadas por el diario "Cinco Días", afirmó que en la Comunidad de Madrid vive casi un millón de extranjeros, sobre un total de seis millones de habitantes.
Este 16% de la población madrileña, sin embargo, no engloba ni a los nacionalizados españoles ni a los inmigrantes de segunda o tercera generación. En Madrid, una de cada siete personas es extranjera, en su mayoría procedente de Iberoamérica -sobre todo los países andinos- y de África.
En conjunto, aportan un 10% del Producto Interior Bruto de la región y tienen una presencia importante en diferentes sectores económicos, por ejemplo la construcción, donde representan al 70% de los trabajadores. Solamente 560.000 de estas personas extranjeras se encuentran en situación regular, el resto no cumple estas condiciones, lo cual, según Figar, es "el mayor problema que tiene España".
Para integrar a estas personas, la Comunidad de Madrid cuenta con un presupuesto de 45.000 millones de euros para el trienio de 2006 a 2008, una cifra "formidable", según Figar. El reto es que estas personas accedan a la igualdad de oportunidades y estén sujetos a los mismos derechos y obligaciones que el resto de la población.
Con estas dos "recetas" podrían evitarse los "sonoros fracasos" cosechados por las políticas de integración "asimilacionista" practicada por Francia o la "multicultural" del modelo sajón o alemán.
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