"Podemos poner las buenas ideas por encima de las viejas batallas ideológicas, y la dedicación a los propósitos por encima del cerrado partidismo de siempre", exhortó Obama.
El presidente lamentó que "en los últimos días ha habido críticas equivocadas contra este plan que se hacen eco de las teorías fracasadas que nos llevaron a esta crisis".
Se refirió así a ideas erróneas del pasado como que "las reducciones de impuestos, por sí solas, solucionarán todos nuestros problemas; de que podemos hacer frente a los enormes retos que tenemos delante con pasos cortados y medidas puntuales; que podemos hacer caso omiso a los desafíos fundamentales, como la independencia energética y el alto coste de los cuidados médicos, y todavía esperar que nuestra economía y nuestro país prosperarán".
"Yo rechazo esas teorías, y también lo ha hecho el pueblo estadounidense al acudir a las urnas en noviembre y votar contundentemente por el cambio", afirmó, en la página de opinión del diario capitalino.
"Cada día, nuestra economía se pone más enferma, y el momento para encontrar una remedio que dé empleo a los estadounidenses, arranque de golpe nuestra economía y promueva el crecimiento duradero es ahora", sostuvo Obama.
Según el presidente, mediante el plan de estímulo "se crearán o se conservarán más de 3 millones de puestos de empleo durante los próximos dos años, se reducirán inmediatamente los impuestos para el 95 por ciento de los trabajadores estadounidenses, se impulsarán las compras por parte de las empresas y de los consumidores y se darán pasos para fortalecer nuestro país durante muchos años venideros".
En un evidente aviso a los republicanos del Senado, que se oponen al plan, Obama señaló que "ésas son las acciones que los estadounidenses esperan que tomemos sin demora".
El pueblo "no tiene paciencia ante el atasco partidista de siempre que bloquea la acción mientras que la economía sigue deteriorándose", puntualizó.
Los republicanos son minoría en el Senado, pero según el reglamento de la cámara Alta tienen la capacidad de bloquear la aprobación del plan mediante la prolongación indefinida del debate sobre estas medidas.