La rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense bajaba ayer, tras datos que mostraron que los nuevos pedidos en el sector servicios se desaceleraron en mayo. La ralentización de nuevos pedidos ha hecho que el sector servicios estadounidense apenas creciese en mayo, lo que situó la medida de los precios que pagan las empresas por los insumos en su nivel más bajo en tres años, algo que podría ayudar a la Reserva Federal en su lucha contra la inflación. El Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM) indicó que su PMI no manufacturero cayó a 50,3 el mes pasado desde 51,9 en abril. El ISM informó la semana pasada que su PMI manufacturero se mantuvo en mayo por debajo del umbral de 50 por séptimo mes consecutivo.
En la
zona euro, el Índice Compuesto de Gestores de Compras
PMI cayó a un mínimo de tres meses de 52,8 en mayo, frente al 54,1 de abril. Aunque se mantuvo por encima de la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción, se situó por debajo de la estimación preliminar de 53,3. El índice
PMI del sector servicios cayó a 55,1 puntos desde el máximo de un año en 56,2 alcanzado en abril. La semana pasada el
PMI manufacturero publicado mostró que la desaceleración de la actividad fabril se acentuó al retroceder la demanda, a pesar de la caída de los precios. Las presiones generales sobre los costes fueron menores en mayo, y cayeron tanto el índice compuesto de precios de los insumos como el de precios de producción.