La bronca provocada por Vinicius Júnior en el Clásico, protestando a su entrenador por ser sustituido en el minuto 72, tendrá consecuencias, sí, pero nada catastróficas.
El caso es que el Real Madrid permitirá que Xabi Alonso abronque a su futbolista por la indisciplina y los malos gestos, pero no dará más pasos contra el brasileño.
Aunque poco después del incidente se habló de una posible sanción disciplinaria por su comportamiento, varios medios deportivos niegan esta posibilidad y todo se quedará en un toque de atención.
Además, aunque se desconoce si Florentino Pérez o alguien de la dirección se han dirigido a Vinicius, oficialmente no habrá sanción ni reunión alguna, dejando todo en un asunto de vestuario que se solucione en el despacho de Alonso en Valdebebas este miércoles.
Renovación adelante
También se ha publicado que el asunto abierto de la renovación de Vinicius, quien finaliza contrato en 2027, continuará adelante aunque haya tenido lugar este incidente.
Se confía en la calidad del brasileño y el club da por amortizado el tema de su mal comportamiento, ya que considera que a Vinicius sólo se le puede contener o limitar, pero no cambiar a estas alturas.
De hecho, todo esto le supone al club reforzar su posición de poder y no modifica su oferta de renovación hasta el año 2030, negándose a subir las cifras, como exige el futbolista. Exige ganar 30 millones limpios, lo que supondría que el club gaste casi 60 cada año, además de extras por objetivos cumplidos. Sus agentes también pusieron sobre la mesa una petición de cobrar una prima de renovación.
En el Madrid pasan página, mantienen su oferta y confían en que el extremo izquierdo siga siendo decisivo sobre el terreno de juego y se da por superado su mal carácter, asumiendo que si firma la renovación de su contrato él mismo aceptará de facto que más allá de las pataletas, acepta la disciplina y las condiciones de la entidad blanca.
Vinicius se retiró del campo el pasado domingo gritando todo tipo de conjuros contra su entrenador por el cambio, comentando: "Me voy, yo mejor me voy del equipo". Además, le mandó "a tomar por culo" a Xabi Alonso, para después negarse a sentarse en el banquillo y marcharse al túnel de vestuarios.
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