El independentismo no ha ganado, ha avanzado

El independentismo no ha ganado en las últimas elecciones internas de Esquerra Republicana de Cataluña , pero ha avanzado posiciones. Esto puede tranquilizar, de momento, al president José Montilla, que no se verá urgido a avanzar las elecciones, pues el Govern tripartito podrá tener continuidad, aunque seguramente más condicionado. Y, por tanto, a la oposición, Convergència i Unió, se le aleja la posibilidad de acceder pronto al gobierno catalán, pese a ser la fuerza política que obtuvo más votos y diputados. Una rápida maniobra de Montilla (PCS) y Puigcercós (ERC), con una reedición -más bien trabada que el de Maragall-  del tripartito, dejó nuevamente a Artur Mas fuera de la Generalitat.

El triunfo ahora en el seno de ERC, del tandem Puigcercós-Ridao, para presidente y secretario general del partido republicano, representa una cierta línea continuista / renovada. Quiere seguir haciendo compatible estar en el poder, como uno de los tres socios, y marcar distancias desde fuera, desde el partido, y ello con menos devaneos que en tiempos de Carod al frente de la fuerza republicana. La gran jugada del astuto Montilla fue elevarle a vicepresidente a Carod, que le ha tomado gusto al poder, aunque sea bastante virtual.

Como aquel doble juego carodiano no ha gustado a los militantes, y menos convenció a los ciudadanos que lo penalizaron en las elecciones, la candidatura “conciliadora” de Ernest Benach, president del Parlament, pero patrocinada por Carod con la intención de presentarse a candidato para presidir la Generalitat,  ha quedado relegada dentro de ERC en el tercer lugar, por detrás de la de Carretero, más decididamente independentista y partidaria de salir del Govern. Y la aún más radical de Renyer-Bertran (romper con España ya) se sitúa en el último lugar. Con lo cual, no ha ganado la postura más radical, pero el soberanismo ha avanzado dentro de este modesto partido. Y ha perdido el prestidigitador Carod.

Seguramente, y a la espera del programa que se apruebe por ERC el próximo sábado, José Montilla puede dormir más tranquilo soñando con la estabilidad, que Artur Mas, que deberá seguir contando cabritas y nuevas estrategias para conciliar el sueño.