El primer ministro canadiense, Stephen Harper, anunció hoy la convocatoria anticipada de elecciones generales para el próximo 14 de octubre, después de reunirse con la Gobernadora General canadiense, Michaëlle Jean.
Harper justificó la convocatoria anticipada de elecciones porque el Parlamento, disuelto hoy, era "disfuncional" y ahora era el momento para que "el pueblo de Canadá elija el camino hacia adelante".
La decisión rompe una de las principales promesas electorales del Partido Conservador de Harper que se comprometió a terminar con la arbitrariedad de la celebración de elecciones y establecer una fecha fija para la convocatoria a las urnas.
El Gobierno de Harper, que llegó al poder después de ganar las elecciones de enero de 2006, aprobó en mayo de 2007 una ley que establecía que la próxima convocatoria a las urnas debería producirse el 19 de octubre de 2009.
Entonces, el Gobierno canadiense señaló que la ley "asegurará imparcialidad en el proceso electoral al eliminar el poder del partido gobernante de convocar elecciones para capitalizar en circunstancias políticas favorables".
Hasta entonces, el primer ministro en el poder podía convocar elecciones en cualquier momento cinco años antes de las últimas elecciones generales.
El Partido Conservador acusó a los Gobiernos liberales anteriores "de abusar repetidamente del poder de convocar elecciones generales".
Observadores políticos señalaron que la convocatoria de elecciones de Harper está pensada para aprovecharse de la ventaja que el Partido Conservador (PC) tiene en las encuestas de opinión y que colocan al PC con una intención de voto del 38 por ciento.
Tradicionalmente en el sistema electoral canadiense, un grupo político puede conseguir la mayoría en el Parlamento si consigue un 40 por ciento de los votos.
Harper teme que el electorado canadiense pierda interés en el Partido Conservador en los próximos meses si el 4 de noviembre el candidato del Partido Demócrata, Barack Obama, gana las elecciones presidenciales estadounidenses.
El primer ministro conservador también es consciente que la economía canadiense está empezando a sentir los efectos de la ralentización económica mundial y que el 2009 se anticipa como un año difícil para el país.
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