El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha cargado duramente este domingo contra la Conferencia Episcopal después de que la institución religiosa se posicionara contra el veto encubierto al culto musulmán que PP y Vox han colocado en la localidad murciana de Jumilla.
En una entrevista en el pódcast "Bipartidismo stream", el líder de Vox ha asegurado que está "perplejo y entristecido" ante lo que defienden varios de la jerarquía eclesiástica. "No sólo por su posición en materia migratoria o frente al islamismo extremista que avanza, sino por su silencio ante políticas de este Gobierno, como el derecho a la vida", ha afirmado.
Abascal ha advertido que, cuando Vox propuso en Castilla y León que las embarazadas pudieran escuchar el latifo fetal antes de decidr si querían abortar, "recibimos el reproche del secretario general de la Conferencia Episcopal". Sin citarlo expresamente, el dirigente se refiere a Francisco César García Magán, obispo auxiliar de Toledo y portavoz de la Conferencia Episcopal. "Yo estoy perplejo y no sé a qué se debe", dice.
"Asisto perplejo a estas posiciones"
Abascal no se corta al especular sobre el motivo de estas críticas, el líder de Vox señala a una posible dependencia de la Iglesia a los ingresos públicos pero también llega a referirse al escándalo de los abusos a menores. "Yo no sé si (su postura) se debe a los ingresos públicos, que le dificultan combatir determinadas políticas de los Gobiernos. O no sé si tiene que ver con los casos de pederastia, que la tienen absolutamente amordazada antes las acciones de determinados gobiernos liberticidas. Pero asisto perplejo a estas posiciones", ha manifestado.
Al final, Abascal ha comentado que se considera católico pero que su responsabilidad es la política y quiere ejercer esa función. "Si otros no ejercen su responsabilidad, tendrán que dar cuentas ante otras personas o en otras instancias", ha finalizado, volviendo a señalar a los obispos.
El pasado jueves, ante la moción que se aprobó en Jumilla (Murcia), los obispos advirtieron que las manifestaciones religiosas públicas, entendidas como libertad de culto, se encuentran amparadas por el derecho a la libertad religiosa, un derecho humano fundamental, afirmaban, protegido por la Constitución española.
Una enmienda que se aprobó en el consistorio va a poner restricciones a la celebración en espacios públicos de las dos grandes festividades musulmanas: el fin del Ramadán y la Fiesta del Cordero, las dos están previstas para la primavera de 2026. Lo han hecho modificando una ordenanza municipal para que los recintos deportivos de la localidad se utilicen en exclusiva para actividades deportivas o aquellas que organice el propio Ayuntamiento. Cabe recordar que Jumilla cedía estas instalaciones desde hacía años para el rezo colectivo del fin del Ramadán, el Aid el-Fitr, y el que se realiza dos meses después, en la Fiesta del Cordero. Se estima que 1.500 de los 27.000 vecinos del municipio profesan la religión musulmana.