La presidenta del Frente Nacional de Francia, Marine Le Pen, no esperó a los resultados oficiales de los comicios andaluces -finalmente la formación de Santiago Abascal obtuvo 12 escaños- para felicitar a "sus amigos de Vox".
Las celebraciones también llegaron hasta desde el entorno del Ku Klux Klan. Su antiguo líder, David Duke, también aprovechó las redes sociales para hacer llegar su apoyo a "la reconquista".
El PP y FAES se han volcado para llegar a acuerdos con Vox y es que en Génova no se alertan de los radicales discursos anti-inmigración que plantea esta formación y sino que los contribuyen a normalizar e incluso barajan ofrecerle alguna consejería del gobierno autonómico.
Sólo un día después de los comicios, el vicesecretario de Organización del PP, Javier Maroto, aseguró que lo mejor que le puede pasar a un hispanoamericano "es que su hija se case con un español". Pero esto no es algo nuevo, hay que recordar que precisamente el Consejo de Europa ya acusó a Maroto de xenófobo por unas declaraciones que realizó en 2014 como alcalde de Vitoria en las que determinó que los inmigrantes magrebíes vivían de las ayudas sociales sin intención de integrarse ni trabajar.
Sin embargo, pese a que el mensaje de rechazo a la inmigración en la actualidad viene enarbolado por el gobierno italiano y más concretamente por su ministro del Interior, Matteo Salvini, por su papel en el Mediterráneo, no parece que Vox y el líder de la Liga Norte se lleven demasiado bien. ¿El motivo? El independentismo en Cataluña.
El motivo del desencuentro: Puigdemont
"Boicotear a Rusia, renovando las sanciones y expulsando a los diplomáticos no resuelve los problemas, los agrava. Arrestar al ex Presidente de Cataluña, agravarlos. ¿Sanciones y esposas? Mejor diálogo. Quiero un gobierno que trabaje por un futuro de paz, crecimiento y seguridad, ¿pido demasiado?", tuiteó Matteo Salvini allá por el mes de marzo.
Unas declaraciones que fueron duramente contestadas por el líder de Vox, Santiago Abascal. "Mete tus narices en los asuntos italianos", le espetó al tiempo que le alertaba de apoyar a un separatismo catalán que habría convertido a Cataluña en "la región más islamizada de España".
De hecho, Salvini no es el único líder de la ultraderecha en Europa que no comulga con Vox en este asunto. El pasado mes de octubre, Santiago Abascal envió una carta al holandés Geert Wilders; al británico Nigel Farage; al austriaco Heinz-Christian Strache y al propio Salvini, así como a todo el eurogrupo 'Europa de las Naciones y de las Libertades' para convencerles de que estaban siendo manipulados por el separatismo.
Esta división precisamente nutrió las extrañas acusaciones de Maroto en la precampaña andaluza tildando a Vox de colaboracionista con el independentismo catalán por buscar aliados europeos en quienes apoyan a los líderes del procés -incluso poniendo en duda su financiación-. Por su parte, la formación de ultraderecha respondió al ex alcalde de Vitoria recordándole sus negociaciones con Bildu.
Mete tus narices en los asuntos italianos y deja de comportarte como un burócrata globalista entrometiéndote en la soberanía nacional de España. Y por cierto, ese separatismo catalán que apoyas tiene entre sus logros haber hecho de Cataluña la región más islamizada de España. https://t.co/SoMaw4vpXk
Santiago Abascal (@Santi_ABASCAL) 27 de marzo de 2018
Boicottare Russia, rinnovare le sanzioni ed espellerne i diplomatici non risolve problemi,li aggrava.
Matteo Salvini (@matteosalvinimi) 26 de marzo de 2018
Arrestare ex presidente della Catalogna,li aggrava.
Sanzioni e manette? Meglio il dialogo.
Voglio un governo che lavori per un futuro di pace,crescita e sicurezza, chiedo troppo?