El Ejecutivo quiere extender el impuesto a la banca a las entidades extranjeras que operan en España

PSOE y Unidas Podemos han incluido en las enmiendas a la ley para gravar a los bancos y a las energéticas que el impuesto repercuta también en las entidades financieras extranjeras que operen en España.

De esta forma siguen la recomendación del Banco Central Europeo (BCE), pues en un principio la nueva tasa no iba a afectar a los bancos extranjeros, solo a los españoles, lo que según el organismo europeo podría afectar a la competencia.

En el proyecto de ley excluía a las entidades con "un importe de ingresos por intereses y comisiones correspondiente al año 2019 inferior a 800 millones de euros", lo que eliminaba a las entidades de fuera.

Por ello, para evitar dañar la competencia y atendiendo tanto al BCE como a las quejas de los bancos españoles, proponen modificar el texto original y que la tasa especial afecte a "las sucursales establecidas en territorio español de entidades de crédito extranjeras sujetas a supervisión directa por el Banco Central Europeo en la citada fecha, cualquiera que sea la suma de sus ingresos por intereses y comisiones".

El Gobierno incluye el impuesto a los ricos vía enmienda

Otra de las novedades en las enmiendas conjuntas presentadas a la citada ley, según ha adelantado la Cadena SER, es la inclusión mediante esta vía del impuesto a las grandes fortunas.

Desde el Ejecutivo han señalado que lo incluyen de esta forma y no mediante otro proyecto separado porque forma parte del "esfuerzo especial" que consideran que tienen que hacer los que más tienen dado el contexto de crisis actual.

Aunque este impuesto a las grandes fortunas, así como el de la banca y las energéticas, el Gobierno ha asegurado que es temporal, la enmienda sobre el gravamen a las grandes fortunas abre la puerta a que se mantenga más allá de los 2 años inicialmente previstos.

En las enmiendas presentadas plantean también que los 7.000 millones que esperan recaudar con estas nuevas tasas se destinen a reducir el impacto de los precios tras la guerra de Ucrania así como a financiar medidas de apoyo "a los clientes finales de energía".