Las ex monjas cismáticas de Belorado, encabezadas por la ex abadesa, Laura García de Viedma, han asegurado este miércoles ante la jueza de Briviesca, en calidad de denunciantes por coacciones, revelación de secretos y administración desleal por parte del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, haber sufrido un perjuicio "fuerte y prolongado".
La ex abadesa ha asegurado al llegar al Juzgado que para ellas es "un día importantísimo" porque tienen la ocasión de ratificar una denuncia que han considerado "justa".
Precisamente, es ese "sentimiento de justicia" el que buscan tras haber sufrido un "perjuicio" como el que denuncian.
En medio de todo y con la denuncia, desean "que se escuche la voz de la comunidad", por lo que dejan en manos de la jueza considerar "qué es delito o no es delito".
Con esta denuncia, las ex monjas cismáticas buscan recuperar su autonomía y seguir haciendo las cosas como lo venían haciendo, en tanto en cuanto creen que lo ocurrido es una "intromisión" en su vida de una manera "atropellada y tan impuesta desde fuera".
Las ex monjas buscan recuperar su autonomía
La primera denuncia fue interpuesta por Laura García de Viedma y Susana Mateo, mientras que la ampliación fue firmada por María Paz Ana Rubín e Isabel Jiménez Moratilla. Son las 4 quienes han declarado este miércoles en Briviesca, juzgado al que pertenece Belorado.
Así, la Audiencia de Burgos ordenaba hace unas semanas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Briviesca tomar declaración a monseñor Iceta y a las 4 firmantes. Le denunciaron por los supuestos delitos de coacciones, administración desleal y revelación de secretos.
Por su parte, Susana Mateo, otra de las ex monjas que firmó la primera denuncia, ha destacado la importancia que tiene la vista de cara a ratificar la "persecución" que sufren.
También ha subrayado la capacidad para "reinventarse" y "trabajar como auténticas negras para sacar adelante la comunidad" y sus necesidades y ha puesto en valor la "unidad" y que seguirán trabajando hasta que les "dure la fuerza", aunque ha subrayado la "unidad de la comunidad" para luchar juntas y su confianza en la providencia divina.
El portavoz de las ex clarisas, Francisco Canals, por su parte, ha anunciado que este jueves, día 8 de mayo, cuando se cumple un año de la redacción de manifiesto católico, fuente y origen del cisma, las ex monjas van a sacar a la luz un "resumen" más ajustado del manifiesto.
El arzobispo se defiende ante la jueza
El comisario pontificio que gestiona desde hace un año las cuentas y los pagos ordinarios del convento de Belorado (Burgos), Mario Iceta, ha asegurado que no tiene que defenderse de nada porque, como ha asegurado, ha ejercido su responsabilidad "desde el cargo que le ha encomendado la Santa Sede" y que el Vaticano le ha reconocido con ese nombramiento.
Es más, ha recordado que en marzo la Fiscalía estableció que no "había ningún ilícito penal" en los hechos que se le imputan y se acercó a Briviesca a mostrar "la falsedad de estos hechos".
Iceta ha precisado también que ha sido "reconocido tanto por el Ministerio de Justicia como por el de Interior", a pesar de los "múltiples recursos interpuestos", y que dicha resolución "es firme", al tiempo que el comisario pontificio ha concretado que el conflicto radica en que las cismáticas están "intentando transformar una entidad canónica en una entidad civil", un asunto administrativo que las denunciantes han llevado a los tribunales de Madrid.
El arzobispo de Burgos ha sido rotundo al afirmar que no se puede transformar "una entidad jurídica canónica en una entidad privada de una serie de socias", en relación con el estatus que quieren adquirir las cismáticas.
"Así lo están diciendo continuamente los ministerios", ha apuntado; y por eso "no se inscribe en el Ministerio del Interior a una asociación porque no puede ser resultado de una transformación canónica".