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Obra 'La puta de las mil noches'
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Obra 'La puta de las mil noches' (Foto: Letizia Hueda)

'La puta de las mil noches': ellos abusan, ellas sobreviven

viernes 30 de noviembre de 2018, 17:18h

Escrita por Juana Escabias y dirigida por el cineasta Juan Estelrich llega ahora a la Sala Margarita Xirgu del Teatro Español ‘La puta de las mil noches’, un montaje teatral con estructura y factura de thriller cinematográfico con el trasfondo de la prostitución sobre el escenario. Durante hora y media se produce un enfrentamiento, que va subiendo de tono a medida que pasa el tiempo, entre el prostituidor (el Cliente, interpretado por Ramón Langa), y la Mujer prostituida (Natalia Dicenta, que encarna aquí el papel de la habitualmente mal llamada profesional del sexo).

El texto fue premiado en 2011 y publicado por Ediciones Irreverentes, una de las pocas editoriales españolas especializadas en textos teatrales, bajo el título de Apología del amor, un título que –sin duda- habría atraído a menos público que este otro de ‘La puta de las mil noches’ aunque, al mismo tiempo, este nuevo título parece que está añadiendo alguna dificultad adicional para representarse en otras ciudades.

Polémica inicial al margen, decimos que la propuesta tiene un marcado acento cinematográfico porque, ya desde el mismo comienzo, aparecen sobre una pantalla situada al fondo del escenario, los créditos iniciales del montaje teatral (título, autora, director, protagonistas…), al modo en el que habitualmente se hace en las películas. Además, a bocajarro, sobre esa misma pantalla se comienza proyectando varias duras escenas de El mundo sigue (1965), una película producida por el padre del propio Juan Estelrich, donde Fernando Fernán Gómez protagoniza junto a Lina Canalejas (su esposa en el film), un duro enfrentamiento verbal y físico, que hoy encuadraríamos como una clara agresión de violencia de género, y que anuncia ya el camino por el que discurrirá el montaje teatral.

Todo sucede en una casa lujosa, situada a las afueras de Nueva York, según puede verse tras esa pantalla situada al fondo que se transforma en amplio y transparente ventanal desde donde puede disfrutarse del skyline neoyorkino, que también soporta la aparatosa tormenta o la nieve que se desencadena ahí afuera, extramuros de la moderna y funcional mansión en donde va a tener lugar el encuentro sexual entre un hombre parapléjico y una mujer ya de cierta edad que se anuncia en los periódicos para mantener encuentros sexuales con los clientes que en realidad, buscan en ella –como en todo encuentro de estas características- más la posibilidad de ejercer el poder absoluto sobre la mujer que el placer físico que pudiera proporcionarle el encuentro.

La escenografía -diseñada por el propio Estelrich-, la luz de Nicolás Fischtel y la música de Raúl Gama, son también muy cinematográficas y dan al encuentro esa atmósfera de morbo y tensión que, poco a poco, se va adueñando del escenario, desde el mismo momento en que unos tacones de mujer resuenan en las losas del jardín que tiene que atravesar para llegar al interior de la casa en donde ese hombre, pulcramente vestido de traje oscuro, espera sentado sobre una silla de ruedas a que la mujer llegue. Los 1500 euros acordados inicialmente por pasar con el cliente toda la noche, se multiplicarán después por varios enteros si la mujer está dispuesta a transitar por el juego macabro que el hombre le propone para dar rienda suelta a sus más bajas pasiones y, así, poder seguir lanzando contra ella todo el odio, la frustración y los complejos personales acumulados durante toda una vida.

Natalia Dicenta –estupenda su interpretación de Put the blame on mame que Rita Hayworth inmortalizara en Gilda de Charles Vidor-, y Ramón Langa dan al encuentro la suficiente dosis de verdad como para que el espectador se lleve la sensación de que, en general, tras esos encuentros furtivos entre hombres desesperados, caprichosos o insatisfechos que están dispuestos a pagar a una mujer por tener relaciones sexuales con ella, se esconde también el dolor, la explotación, la urgencia económica y el asco de quien no encuentra otra salida más digna para la supervivencia.

Y para quienes necesiten complementar lo vivido sobre el escenario del Español con otras propuestas sobre el tema, permítaseme que señale dos caminos. Por un lado, otro montaje teatral, Periodo de reflexión, un texto de Sergio Martínez Vila que dirige Camilo Vásquez y que pudimos ver hace tres temporadas también en la cartelera madrileña, pero que muy probablemente siga representándose en distintos escenarios de toda España y, por otro, un libro sobre el asunto que escribí yo mismo y que puede encontrarse en formato digital en las plataformas habituales, y por muy poco dinero, Prostitución: vidas quebradas, reeditado por ViveLibro...




‘La puta de las mil noches’

Texto: Juana Escabias

Dirección: Juan Estelrich

Reparto: Natalia Dicenta y Ramón Langa

Diseño de iluminación: Nicolás Fischtel
Música original: Raúl Gama
Diseño de escenografía y dirección audiovisual: Juan Estelrich
Fotografía: Leticia Hueda
Producción ejecutiva: Pepe Claudio
Teatro Español, Madrid

Hasta el 23 de diciembre de 2018

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