La victoria de la selección española femenina de fútbol en el Mundial de Australia ha sido todo un hito para el deporte femenino, pero la celebración se ha visto empañada por un gesto del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales.
En plena euforia por el triunfo conseguido ante Inglaterra, el presidente de la RFEF besó a la número 10 de España, Jenni Hermoso.
Las cámaras captaron cómo Rubiales agarra la cara de la internacional y le planta un beso en la boca.
La imagen circuló rápidamente por redes sociales y el tema se viralizó. Enseguida llegó la polémica por el gesto y lo catalogaron como machista y violento.
Hermoso comentó minutos más tarde, entre risas en un live de Instagram que el beso "no le gustó", y preguntó a sus compañeras de forma retórica que qué iba a hacer ella.
Más tarde y con la polémica todavía muy en alto, señaló en una entrevista en la COPE que el beso se debió a la "emoción del momento" y subrayó que "no hay nada más allá".
"Ha sido un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial. El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento... No se puede dar más vueltas a un gesto de amistad y gratitud, hemos ganado un Mundial y no vamos a desviarnos de lo importante", puntualizó después a EFE.
Luis Rubiales también ha hablado de la controversia y ha intentado quitarle hierro al asunto también en la cadena COPE remarcando que fue algo "sin maldad".
"No hagamos caso de los idiotas y de los estúpidos, de verdad. Es un pico de dos amigos celebrando algo... no estamos para gilipolleces. Yo, con todo lo que he pasado, más gilipolleces y más tontos del culo... no. No hagamos caso y disfrutemos de lo bueno y ni me comentéis cosas de pringados que no saben ver lo positivo... Es una cosas sin maldad. Si hay tontos, que sigan con sus tonterías. Hay más tontos que ventanas. Vamos a hacer caso a los que no son tontos... Es una cosa sin maldad y una tontería, si la gente quiere perder el tiempo en ello", remarcó ante los micrófonos.
Iceta o Montero señalan que fue "violencia sexual"
Pero el asunto no se ha zanjado y ha llegado hasta la esfera política, pues el consentimiento ha sido uno de los ejes primordiales de la legislatura en materia de protección de los derechos de la mujer.
La todavía ministra de Igualdad (en funciones) Irene Montero ha criticado el beso de Rubiales por ser sin consentimiento y lo ha tachado de "violencia sexual".
Ha instado a "no normalizar" este tipo de comportamientos y ha recordado que "sólo sí es sí".
La líder de Podemos, Ione Belarra, se ha pronunciado en la misma línea compartiendo el texto de Montero y añadiendo que "la violencia sexual tiene que terminar".
Por su parte, el ministro de Cultura en Funciones, Miquel Iceta (PSOE) ha tildado de "inaceptable" el comportamiento de Rubiales y ha exigido "explicaciones" por ello del presidente de la RFEF.
"No se debe mandar un mensaje de prevalencia de que el que manda fuerza un beso", ha criticado.
El portavoz de Sumar, Ernest Urtasun también ha criticado el beso robado de Rubiales yendo más allá y pidiendo su dimisión.
Ha afeado la imagen de "machismo" que se ha transmitido al mundo y que dicho gesto "no puede quedar impune".
Si (
No(
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