A pocos meses de las elecciones, no puede ser peor el clima entre los 2 socios de gobierno de coalición: el PSOE ha registrado hoy lunes en el Congreso, por su cuenta y sin avisar a Unidas Podemos, la reforma de la ley del 'solo sí es sí'.
La 'autoenmienda' del Ejecutivo a su propia ley después de las continuas rebajas de penas a delicuentes sexuales ha molestado y mucho a los socios morados, que han asegurado que seguían negociando qué retoques hacer en la legislación para satisfacer a ambas partes. Sin embargo, los socialistas no han esperado a ese acuerdo y este lunes registran unilateralmente una reforma que, a priori, podría contar con el apoyo del PP, haciendo que las relaciones internas en el Gobierno puedan ser aún más tensas si cabe.
Según adelantan varios medios, entre ellos RTVE, el PSOE registra hoy en el Congreso su proposición para reformar la norma, que oficialmente se denomina 'Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual'. Era una de las leye estrellas de la legislatura del Ministerio de Igualdad y del ala morada por extensión, y Unidas Podemos se ha tomado como algo muy personal cualquier reforma de la ley.
El PSOE quiere que la reforma sea cuanto antes y considera que se ha perdido demasiado tiempo, provocando ya más de 300 rebajas de condenas a estos delincuentes sexuales, algo que considera que está rentabilizando la derecha en esta carrera electoral que se culmina en mayo con las autonómicas y municipales, pero cuyos resultados serán clave para las generales de finales de año.
Postura del PSOE
La postura socialista se explica en que ven lejano un acuerdo con Unidas Podemos, más tardío de lo que desearía para minimizar costes electorales, y va a proponer que vuelvan las penas anteriores a la entrada en vigor de esta ley del 'solo sí es sí', aunque se mantenga su espíritu en general. Para ello, mantendrá el consentimiento de la víctima como punto esencial, como desea Unidas Podemos, pero recurrirá a los agravantes de violencia e intimidación para que las penas siempre sean algo más altas y no haya tantas revisiones a la baja por parte de los jueces.
Los morados, sin embargo, creen que volver a estas consideraciones previas anula el espíritu de la ley, ya que deja el consentimiento como cuestión menor. Sospecha que, de nuevo, la víctima, en general la mujer, tendrá que demostrar en un juicio haber recibidido violencia o intimidación, a veces difícil de constatar con pruebas físicas, de ahí su insistencia por poner el consentimiento como la clave: aunque una persona no haya recibido violencia o intimidación, basta con no haber consentido el acoso o el ataque sexual para que su denuncia prospere.
Postura de Unidas Podemos
Al parecer el cabreo es enorme desde el Ministerio de Igualdad, comandado por Irene Montero, así como en todo Unidas Podemos, asegurando que los socios no les han comunicado que fueran a presentar la reforma por su cuenta y ven "inexplicable" que no esperen a que haya un acuerdo, dicen fuetnes del departamento a RTVE. Y lo peor es que comparan la propuesta del PSOE con la del PP, considerando que sería volver "al esquema de la violencia o intimidación".
Aunque Unidas Podemos ya dejó claro que no romperá el gobierno por esta cuestión, las relaciones estarán más que rotas si finalmente no hay un acuerdo parlamentario y los socialistas votan junto a PP esta reforma.
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