Las razones por las cuales no se puede dar por acabado a Feijóo: los precedentes históricos

La gran comidilla entre los grupos parlamentarios rivales del PP era que Alberto Núñez Feijóo ya estaba finiquitado y amortizado como líder de los 'populares' y que sería 'sacrificado' por los suyos más pronto que tarde.

Pero la historia reciente de nuestro país y más en concreto de ese partido dice algo muy diferente sobre lo que ocurre en estos casos.

Y es que desde que hablamos del Partido Popular como nueva formación evolucionada desde Alianza Popular, 2 de sus presidentes han perdido elecciones y/o intentos de investidura antes de lograr la gloria.

Aznar (1990-2004)

El primer caso fue del presidente que estuvo 8 años en el poder, José María Aznar. El entonces líder 'popular' perdió unas elecciones ante el PSOE de Felipe González antes de poder coronarse en 1996.

Fue en 1993 y obtuvo números parecidos a los de Feijóo: 141 escaños por los 159 de los socialistas. 3 años después, en 1996, ganaba las elecciones con 156 diputados por los 141 de un González ya en su ocaso.

Tras sostenerse en un primer mandato en nacionalistas vascos y catalanes, ya en 2000 arrasó con mayoría absoluta, y cuando parecía intocable en su puesto, anunció por sorpresa que se limitaría a 2 mandatos, al estilo estadounidense, para dar relevo a otro mandatario. El elegido fue Rajoy.

Rajoy (2004-2018)

Más complicada fue la historia para su sucesor, Mariano Rajoy. El gallego era el favorito para suceder a Aznar en la presidencia del Gobierno tras su etapa con mayoría absoluta (2000-2004), pero los atentados del 11-M le pasaron factura al PP y Zapatero ganó de manera inesperada en marzo de 2004.

Tras ese batacazo tan poco previsible, Rajoy resistió en el Congreso de 2007 contra viento y marea y los rivales que se le iban poniendo por delante, entre ellos el sector más conservador, liderado por Esperanza Aguirre. Es la misma historia que ahora vive en sus carnes Feijóo, ya que se habla de que un sector más derechista y extremo en su discurso, dicen que con Isabel Díaz Ayuso como líder 'in pectore'.

Pero Rajoy también sabe qué es la famosa 'resiliencia' de la que presume Pedro Sánchez y resistió. Se consolidó como líder interno del PP y llegó a las elecciones de 2008, pero también las perdió. Zapatero repitió en el cargo en una de las etapas más difíciles para España en las últimas décadas, con una crisis económica insostenible.

Con elecciones adelantadas y a la tercera, Rajoy sí logró llegar a La Moncloa en 2011, con mayoría absoluta, además, tras un adelanto electoral.

Tras 4 años complicados por la gestión de esa crisis financiera, Rajoy llegaba a las elecciones de 2015 debilitado pero seguro de ganar. De hecho, lo hizo, pero perdiendo cuota de poder. Venció pero sólo con 123 diputados, golpeado por la división del voto de centro-derecha con el surgimiento de Ciudadanos a nivel nacional, que obtuvo 40 escaños.

Fue la etapa más revuelta en cuanto a reparto de espacios parlamentarios y Rajoy protagonizó la primera negativa a presentarse a una investidura, al prever que la perdería. Quien lo intentó, de manera fallida, fue Pedro Sánchez, porque se alió con Ciudadanos, y la izquierda se negó a apostar por un gobierno centrista y liberal. Primera investidura fallida para el socialista.

Así que, de nuevo, Rajoy se presentó a otras elecciones por malos resultados. En la repetición de 2016 volvía a ganar, ahora con 137 diputados. Al final, pactó con Ciudadanos un gobierno en minoría gracias a que el PSOE se rebeló contra Sánchez del 'no es no' y pactó una abstención en la investidura de Rajoy, quien logró su presidencia más débil y corta. En 2018 era apartado por la primera moción de censura con éxito en nuestra reciente democracia.

Casado (2018-2022)

Lo del mandato de Pablo Casado fue más fallido aún. Después de esa moción de Rajoy y su renuncia a liderar el PP, el joven político tomaba las riendas de un partido que, muchos dijeron, le quedó grande.

Cosechó el peor resultado histórico del PP en las urnas en las elecciones de 2019, adelantadas por Sánchez al no tener una mayoría parlamentaria estable que le permitiera siquiera aprobar unos presupuestos. Casado se quedó con tan sólo 66 diputados, casi alcanzado por Ciudadanos, que vivía sus mejores momentos, quien logró 57.

Como Sánchez se negó a pactar un gobierno con Podemos y sus confluencias, se repitieron elecciones al no lograr la investidura, otro ejemplo de que Feijóo no debería preocuparse por perder solo una. Fue su segundo fracaso.

En esa repetición, el PP con Casado subió a 89 diputados y además, Ciudadanos se hundía con 10. Sin embargo, empezaba a surgir otro rival para el voto de derecha: Vox. Los de Abascal subieron a 52 diputados.

Feijóo (-2022)

Entonces, tras una guerra interna entre sectores del PP -Casado vs. Ayuso-, pero contextualizado en una apuesta por intentar ganas las siguientes elecciones, Feijóo llegaba en 2022 al frente del PP.

Su primera experiencia a nivel nacional no pudo ser mejor, porque recuperó la victoria para el PP (la primera desde 2016), pero las cifras no le alcanzaron por sólo 4 escaños para ser presidente.

Aunque ahora todos le consideran un muerto viviente en la política, la realidad de los números y la historia reciente es otra: no habría argumentos para tener más oportunidades, como tuvieron sus predecesores.

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