Atracado un Caja Madrid en La Elipa a punta de pistola

En torno al mediodía, dos hombres, que llevaban las caras cubiertas con sendas bufandas, penetraron en la sucursal 1798 de Caja Madrid, situada en la avenida de Marqués de Corbera 10-12, junto al parque del Dragón, en el barrio de La Elipa.

En un principio ni los que aguardaban en la cola para ser atendidos ni quienes sacaban dinero de los cajeros automáticos situados dentro de la oficina se percataron de sus intenciones. Según algunos de los testigos, uno de los atracadores llevaba unas gafas de sol y un gorro negro de lana y cubría su nariz y boca con una bufanda y el otro tan sólo llevaba bufanda, prendas que no llamaron la atención de nadie dada la baja temperatura de la jornada.

La decena de personas, entre clientes y empleados, que se encontraba en la sucursal sólo descubrió que los dos recién llegados eran atracadores cuando uno de ellos, el que iba tocado con el gorro, encañonó a la empleada que se encontraba en la ventanilla y exigió el dinero.

En ese momento, según las mismas fuentes, salía de su despacho el director, que fue obligado, junto a dos o tres clientes, a entrar de nuevo en él, si bien luego se les ordenó salir a todos a la zona de ventanillas y tirarse al suelo boca abajo junto al resto de los clientes y empleados. El atraco duró apenas unos tres minutos. Según los testigos uno parecía tener acento de un país del este y el otro sudamericano.

Además del dinero robado en la sucursal, cuya cuantía no ha sido precisada, los delincuentes exigieron la entrega de la cartera a un par de clientes antes de iniciar la fuga. Fue entonces cuando uno de los presentes intentó impedir la marcha de los asaltantes pero un par de clientes le gritaron que no lo hiciera para impedir una reacción violenta de los delincuentes.

Minutos después llegaba la policía a la entidad bancaria. Según informaron algunos vecinos a los agentes, los atracadores huyeron en una moto, en la que les esperaba una tercera persona. Los tres emprendieron la carrera a toda velocidad por la acera, rodearon el bloque donde se encuentra situada la sucursal por una zona peatonal hacia la calle de José Luis de Arrese y abandonaron el vehículo no muy lejos del banco atracado.

Los servicios sanitarios tuvieron que atender a algunos de los empleados debido a una crisis de ansiedad, pero ninguno de los presentes sufrió daño alguno.

El presidente de la Asociación de Vecinos La Nueva Elipa, Antidio Vinuesa, declaró a Madridiario tras conocer la noticia que "ahora hay más policía que nunca en el barrio y los vecinos se sienten más seguros que antes". Se trata, según el representante vecinal, del primer atraco a una sucursal bancaria que se produce en este barrio.