El poder autonómico cierra filas con Génova

Los ‘trajes de Camps’, la ‘Gürtel’ de Madrid, los viajes y facturas de Bárcenas, en fin, los líos judiciales abiertos en las dos grandes comunidades gobernadas por el PP han tenido un efecto inesperado para el Partido Socialista, que esperaba abrir una brecha electoral importantísima: las dos baronías más importantes en número de votos han cerrado filas con las directrices fijadas desde la dirección de Génova, pero de una forma antes impensable.

Según confiesan a este diario e-Xclusivo fuentes populares, tanto Esperanza Aguirre, en Madrid, como Camps, en Valencia, y desde luego sus alter egos en el área económica iban por libre, más allá de la política económica global decretada desde Génova. Para entendernos: si desde la sede nacional del PP se decía que en cualquiera de los grandes temas económicos todas las comunidades gobernadas por el PP tenía que actuar en una misma dirección previamente fijada por el área económica nacional, Aguirre y Camps solían saltarse determinadas directrices y negociar por su cuenta con el Gobierno del Estado.

Pues bien, todo eso se ha acabado, según nuestras fuentes: el ‘caso Cürtel’ ha debilitado a ambos dirigentes autonómicos, sobre todo a Aguirre, que ahora han decidido cerrar filas con respecto a las directrices de política económica nacional que se dicten desde el equipo económico nacional que dirige Cristóbal Montoro.

Forma parte de una estrategia global contra el Gobierno socialista, para lo que era fundamental que todas las comunidades siguieran sin fisuras las directrices nacionales. Algo que antes no podía imponer Rajoy, pero que ahora sí.