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Zelaya permaneció por pocos minutos en suelo hondureño

Zelaya permaneció por pocos minutos en suelo hondureño

sábado 25 de julio de 2009, 16:05h
El derrocado presidente hondureño Manuel Zelaya  ingresó ayer simbólicamente  en su país, donde lo aguarda una orden de arresto. Pero pocos minutos  después se volvió para  territorio de Nicaragua.
Zelaya cruzó la frontera hacia las 14:25 locales (20:25 GMT, 15:25 Quito) en el paso fronterizo de Las Manos, custodiado por decenas de militares en ropa de combate, mientras millares de sus seguidores desafiaban el toque de queda impuesto al mediodía por el Gobierno de facto de  Roberto Micheletti.

El derrocado  Jefe de Estado permaneció unos pocos  centímetros más allá del límite, sin avanzar al puesto migratorio, y luego retrocedió  a Nicaragua.

Enfundado en un traje estilo vaquero y con su inseparable sombrero, Zelaya había llegado a la frontera en un jeep blanco, escoltado por una larga caravana de vehículos, en su mayoría de la prensa. Y permaneció durante hora y media en la tierra de nadie entre ambos puestos migratorios.

Poco antes de su simbólico y fugaz regreso a Honduras, desde donde fue expulsado en pijama la madrugada del 28 de junio, Zelaya había dicho  que lo primero que haría al ingresar sería  “llamar al diálogo y hablar con la gente,   ya que es un hombre de paz”.

La llegada de Zelaya a la frontera fue transmitida por las cadenas internacionales de TV, pero la prensa hondureña   mantuvo su programación regular.

La Policía hondureña había advertido que si Zelaya llegaba a Honduras sería detenido, en cumplimiento a una orden de captura emitida por la Justicia, que antes de su derrocamiento le imputó 18 delitos, entre ellos traición a la Patria. Hay “un plan estratégico para dar cumplimiento a esa mandada (orden) por el Poder Judicial”, declaró el director de la Policía Nacional, comisionado Salomón Escoto, en rueda de prensa en la Casa Presidencial en Tegucigalpa.

El frustrado retorno del  gobernante fue precedido  por   incidentes,  a 10 km de la frontera entre Nicaragua y Honduras. Allí,  policías antimotines arrojaron gases lacrimógenos a los manifestantes pro Zelaya. Algunos de ellos  respondieron con pedradas.
Desde temprano,  los seguidores de Zelaya se habían quejado de la prohibición de marchar hacia la frontera, dada por el Régimen de facto.  Adicionalmente, al mediodía de ayer, el gobierno de Micheletti ordenó un toque de queda, que tomó por sorpresa a los partidarios del gobernante destituido.

Zelaya intentó volver a su país, una vez que, el miércoles pasado, naufragara  la mediación del presidente de Costa Rica, Óscar Arias. Este  había propuesto la restitución de Zelaya al poder, una amnistía y que no se buscara reformar la Constitución para permitir la reelección, que el defenestrado Mandatario perseguía.

Mientras tanto, desde Asunción, los presidentes del Mercosur exhortaron ayer por la restitución de Zelaya. En la misma línea,   el secretario general de la OEA, José Miguel  Insulza,  instó al Régimen de facto a aceptar un acuerdo de inmediato.
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