La ciudad de Santander y las principales autoridades políticas de la región mostraron su repulsa hacia la barbarie etarra

La concentración contó con la presencia del pleno de la corporación del Ayuntamiento de Santander, encabezada por el alcalde, Íñigo de la Serna. También acudieron el presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, el delegado del Gobierno, Agustín Ibáñez; el presidente del Parlamento, Miguel Ángel Palacio, el presidente del PP regional, Ignacio Diego, y otras autoridades regionales, así como miembros del Ejército. 

   La reunión se inició con unos solemnes minutos de silencio frente al monumento erigido a las víctimas del terrorismo para terminar después con un enérgico aplauso colectivo y exclamaciones de "¡Viva España!" y "¡Viva la Guardia Civil!".

Al término de la concentración, el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, realizó unas declaraciones a los medios de comunicación en las que insistió en la necesidad de crear una nueva "tipología de condena" para que los responsables de delitos de sangre -como este último atentado terrorista- cumplan las penas de cárcel de forma íntegra. "No soy partidario de la pena de muerte, pero no entiendo -y como yo, seguro que muchos ciudadanos tampoco-, como estos terroristas que han puesto las bombas vayan a estar libres dentro de quince años", declaró. "Aquellos que cometen un acto así no pueden salir jamás a la calle", insistió el presidente.

   Revilla dijo creer, además,  que la banda se encuentra "peor que nunca", pero, auguró que "en esa desesperación, estos dementes van a hacer todavía bastante dañó".

Rechazo en el Ayuntamiento

La concentración estuvo precedida de un pleno extraordinario del Ayuntamiento de la ciudad en el que el alcalde leyó un manifiesto de condena por el atentado. En él se insisitió en el desprecio por ETA y también se aseguró que "todos los demócratas y personas de bien vamos a acabar con ellos y vamos a derrotarles con toda la fuerza del Estado de Derecho".

   Asimismo, instó a la "unidad" de los demócratas para condenar a "quienes guiados por el odio y la brutalidad más incomprensible y el salvajismo más despiadado, no respetan la vida humana", al tiempo que defendió que "la aplicación estricta de la ley, la actuación independiente de la Justicia y la eficacia policial son los instrumentos decisivos para derrotar a ETA".