En la venta anticipada de petróleo a PetroChina, se ha criticado, primero, la forma de la negociación: una negoviació de esa magnitud -el Ecuador entregará 96 mil barriles de crudo por día durante dos años- debió estar sujeta a concurso internacional; solo así habría sido posible comparar y escoger la propuesta que ofrezca las mejores condiciones para el país.
La China anticipará estos días, por esa venta, la suma de $1 000 millones. Ese anticipo se paga con petróleo. En realidad, es un préstamo. Por eso, se reconoce el pago a la China de un interés; según se ha informado, el Ecuador pagará una tasa de interés del 7,25%.
¿Cómo se justifica la fijación de esa tasa? ¿Bajo qué parámetros se la determinó? Incluso en buena parte de los créditos de los tan criticados organismos multilaterales, como el FMI o el Banco Mundial, se suelen fijar tasas menores. Otra vez, se echa de menos la falta de concurso. La ambigua figura de "alianza estratégica" ni justifica cualquier condición ni asegura que lo acordado con otra empresa estatal sea lo más ventajoso para el país.
El Gobierno resuelve con los $1 000 millones el problema de liquidez para reducir la brecha fiscal. No obstante, compromete los dos años próximos alrededor del 35% de las ventas futuras de petróleo.
Esa brecha, en gran medida, se generó por el crecimiento del gasto público que fue en 2008 de $14 257 millones, 43,9% superior al gasto de 2007. La crisis económica internacional ratifica la necesidad de manejo fiscal prudente y también la equivocación de haber desmontado los fondos de ahorro petrolero, creados para afrontar contingencias externas como la actual crisis. Se los criticó bajo la acusación de que habían sido ideados para pagar deuda externa. El Gobierno utilizó $900 millones, en una cuestionada operación, para pagar una deuda que antes declaró ilegal. Y, ahora, se endeuda en $1 000 millones al 7,25% para pagarlos con petróleo.