El movimiento telúrico que alcanzó los 6,1 grados y que terminó por derrumbar los pocos edificios que aún quedaban en pie, se sintió en Puerto Príncipe, capital de la isla.
El Instituto Geológico de Estados Unidos, USGS por sus siglas en inglés, informó que el epicentro de la fuerte réplica tuvo una profundidad de 9,9 kilómetros y se localizó a 41 kilómetros de Jacmel, en el sureste del país, y a 59 kilómetros de la capital haitiana. Así mismo, el USGS afirmó que a pesar de la intensidad del sismo, no se ha activado una alerta de tsunami en la zona.
El renacer de la esperanza
Sin embargo, pese a la fuerte réplica y la dura situación por la que atraviesan los habitantes de Haití, aún la esperanza les da sus señales como un ejemplo de que la vida triunfa sobre la destrucción. Un ejemplo claro de ello, fue el rescate, por parte de bomberos colombianos, de una niña de 22 días de nacida que se encontraba desde hacia ocho días entre las ruinas de las que un día fuera su casa.
Elizabeth, como se llama la pequeña, estaba acostada en una cama sobre la que había una viga que bloqueó el derrumbe del techo, por lo que se originó un espacio vital en el que la niña pudo respirar y mantenerse con vida.
La madre de la bebé explicó a los socorristas que el pasado martes 12 de enero, el edificio se desplomó y ella salió expulsada mientras que la niña quedó encerrada en un cuarto de la casa.
Los bomberos consideraron que el caso de Elizabeth fue "un milagro", pues la menor de edad se recupera de forma estable en un hospital. Para encontrar a la niña, los socorristas nacionales contaron con la colaboración de un grupo de búsqueda francés.