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En EEUU, se considera el 'Desayuno nacional' un evento de "fanáticos religiosos"

ZP reza con Obama en un acto acusado de 'sectario' dejando el panorama nacional al límite

ZP reza con Obama en un acto acusado de 'sectario' dejando el panorama nacional al límite

Obama sólo concederá a ZP unos minutos en una sala compartida con una docena de invitados
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jueves 04 de febrero de 2010, 07:35h
El Desayuno Nacional de la Oración, al que acude hoy como invitado especial Zapatero, está levantando ‘ampollas’ a ambos lados del Atlántico. Si en España la negativa de Obama de venir a la cumbre bilateral entre la UE y EEUU en Madrid no ha sentado del todo bien, en EEUU continúa la polémica con la asistencia de su presidente a un acto que para los medios más liberales es sólo un acto de propaganda para un ‘fanático grupo religioso’ conocido como La Familia. Sobre el discurso que Zapatero dará este jueves hay un fuerte hermetismo. El caso es que ha dejado el panorama nacional más que revuelto.
Este ‘Desayuno de Oración’ se inauguró en 1953 siendo Eisenhower el primer presidente en asistir. Desde entonces todos los presidentes han asistido al mismo. Para Obama el año pasado fue su primera participación y la describió como "una de estas raras ocasiones que todavía logra reunir a buena parte del mundo en un momento de paz y buena voluntad". Claro que no todo el mundo piensa así, para una gran parte de la opinión pública, incluido el prestigioso blog Huffington Post o la organización Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington, La Familia es una organización “secretista” y “fanática”, además de haber tenido contacto con algunos de los peores dictadores de los últimos 50 años, incluyendo a "Papa Doc" Duvalier de Haiti; Jonas Savimbi de Angola; Costa e Silva de Brasil; y Siad Barre de Somalia, considerado un “hermano” por La Familia.

Si todo esto no fuese suficiente también ha saltado la polémica de que miembros de esta organización están detrás de las duras leyes anti-gays de Uganda, con condenas de cadena perpetua y penas de muerte incluidas. Con lo que no parece que Zapatero pueda presumir de la aprobación del matrimonio homosexual ante semejante audiencia.

Además La Familia pide a sus miembros que no hablen de su existencia en público y no divulga sus actividades, lo que les ha valido una reputación ‘oscura’. A pesar de que no se permite la entrada a la prensa por ser un evento privado, se da una excepción para un pequeño grupo de periodistas, que pueden cubrir la intervención pública del presidente de EE UU.

Para el electorado más liberal de Obama tampoco existen muchas razones por las que deba asistir al encuentro, ya que para ellos La Familia defiende lo opuesto a los ideales del presidente, ocultismo, sectarismo y fanatismo. Aunque también hay opiniones contrarias, como la del diputado del PP Gustavo Arístegui, que acompañará este jueves a Zapatero y que ya ha asistido cinco veces al desayuno, dice que se trata de "una organización que tiende puentes de entendimiento entre todos los pueblos, religiones y creencias".


El discurso de Zapatero

La tradición del acto es que el presidente de EEUU realice una intervención y además traiga un invitado de honor, que este año será Zapatero, para que dé un discurso. Lo normal es que se elijan algunos pasajes de la Biblia y se entremezclen con aportaciones propias. En el caso de Zapatero se está guardando un absoluto secreto sobre su intervención, que será de unos siete minutos, aunque también planea la polémica por si el presidente del Gobierno leerá pasajes bíblicos o no, o si lo hará en español o en inglés. Lo único que parece seguro es que Zapatero ha realizado su propio discurso y que girará sobre los "valores" que siempre ha defendido, tolerancia y cohabitación entre diversas creencias, basándose en su antigua proclama de la “Alianza de civilizaciones”.

Antes de que comience el acto, aunque no se ha preparado una reunión formal bilateral, Zapatero y Obama tendrán oportunidad de charlar durante unos minutos antes de que comiencen los discursos. Pero no estarán solos, sino que compartirán una sala con otra docena de invitados. Moncloa espera que el presidente estadounidense aproveche ese momento para hacer referencia a su decisión de no asistir a la cumbre UE-EEUU programada para finales de mayo en Madrid, que ha sido cancelada y que se pospondrá a otra fecha fuera ya del semestre español de presidencia de la UE, aunque ya han descartado la presencia del presidente estadounidense en España durante este semestre.


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