El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, dijo que Irán todavía no tiene la capacidad para fabricar una bomba nuclear y aseguró que el programa del país avanza más lento de lo previsto.
"No tienen capacidad nuclear todavía", afirmó Gates en declaraciones a la cadena de televisión NBC.
Teherán sostiene que su programa nuclear tiene fines civiles, pero Washington y sus aliados sospechan que el objetivo final del régimen iraní es fabricar una bomba atómica.
"Va más lento de lo anticipado, pero avanzan en esa dirección", aseguró hoy el responsable del Pentágono, quien negó que EE.UU. se haya resignado a que Irán se convierta en una potencia nuclear.
"Estamos haciendo todo lo que podemos para impedir que Irán desarrolle armas nucleares", explicó.
Gates insistió en que será necesario combinar la presión económica con un mejor sistema de defensa antimisiles y una mayor cooperación entre los países de Oriente Medio para frenar las ambiciones iraníes.
Por su parte, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que compareció junto a Gates en el programa "Meet the Press" de la cadena NBC, afirmó que Estados Unidos ha logrado con su "paciencia" recabar apoyos para las sanciones contra Irán.
Sus declaraciones llegan un día antes de que arranque la Cumbre de Seguridad Nuclear en la capital estadounidense, donde se darán cita representantes de 47 países.
El encuentro se centrará en la amenaza que representan los materiales nucleares que no están debidamente asegurados alrededor del mundo, ante la posibilidad de que lleguen a manos de grupos terroristas como Al Qaeda.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha identificado el terrorismo nuclear como "la amenaza más inmediata y extrema a la seguridad global".
La cumbre llega tras una histórica reducción del arsenal nuclear pactada entre Estados Unidos y Rusia y después de que la administración Obama asegurase, como parte de su nueva estrategia nuclear, que sólo utilizará bombas atómicas en "circunstancias extremas".
Además, la Revisión de la Postura Nuclear, un informe que se emite con cada nuevo mandato presidencial, señala que EE.UU. no atacará a Estados no nucleares si estos cumplen con el Tratado de No Proliferación.
Washington, aun así, citó a Irán y Corea del Norte como excepciones, al asegurar que "todas las opciones están sobre la mesa" si esos estados siguen desafiando las resoluciones de Naciones Unidas.
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