San Francisco el Grande ha vuelto a ser el centro de la discordia, con el alcalde de Madrid como diana de todos los blancos. Tocaba de nuevo una inauguración, esta vez en el entorno de la basílica, donde el Ayuntamiento ha transformado un solar abandonado y sucio en una zona ajardinada con más de 2.500 dalias de diez especies, y algunos árboles y arbustos. Y mientras unos vecinos, los más mayores, han felicitado a Alberto Ruiz-Gallardón por el trabajo, una decena de ellos ha protestado enérgicamente por el coste de este proyecto: la "desaparición", según dicen, del
parque de la Cornisa, que se divisa desde la dalieda.
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La inauguración de este lunes ha llegado acompañada de protestas. Las de algunos vecinos del entorno de San Francisco el Grande, que no comparten el proyecto de recuperación del solar abandonado junto a la basílica. En este espacio, que salva el desnivel entre la Gran Vía de San Francisco y el Parque de la Cornisa, el Área de Medio Ambiente ha concebido un jardín de dalias con 2.500 plantas de diez especies diferentes, señalizadas con carteles que indican los tipos.
Las plantas, poco coloridas aún, darán a este lugar una belleza singular, que "convertirá un solar con acumulación de basuras en un espacio para el disfrute de los madrileños", según el director de Patrimonio verde, Federico Sepúlveda. Además de las dalias agrupadas en pequeños jardines, se han plantado 85 árboles, algunos de ellos de pequeño porte en macetas, de especies como madroños, liquidámbar o prunos, y 2.500 arbustos. En el fondo del jardín, una escultura de San Isidro, realizada en la cantería municipal, da paso a un mirador desde el que se puede contemplar una vista amplia del oeste de Madrid y, en primer término, el Parque de la Cornisa.
Del mismo aseguran los vecinos que
quedará muy poco cuando el Ayuntamiento lleve a cabo un plan por el que cambia al Arzobispado de Madrid parte de los terrenos municipales del mismo para la ampliación de seminario diocesano, a cambio del solar en el que ahora se ha construido el jardín de dalias, un "regalo a los curas", según dicen. Desde el Consistorio aseguran que es "totalmente falso" que el parque vaya a desaparecer" y, menos aún, "que se regale suelo a nadie". Gallardón, por su parte, ha pedido calma a los vecinos que protestaban, y ha saludado efusivamente a los que le han dado un caluroso aplauso, al final del recorrido por la dalieda.
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