www.diariocritico.com
Sarkocité

Sarkocité

lunes 07 de mayo de 2007, 17:20h
TITO B. DIAGONAL
Barcelonés de alta cuna y más alto standing financiero, muy apreciado en anteriores etapas de este diario, vuelve a ilustrarnos sobre los entresijos de las clases pudientes.

En estos momentos, amadísimos, globalizados, megaletileonorosofiados y sarkoceados niños y niñas que me leéis, en el club no sabemos si tenemos que felicitar primero a Nicolas Sarkozy o a Marianito Rajoy Brey. Ciertamente, el primero ayer fue elegido Président de la Republique Française, que es una cosa como muy importante (en Francia, por supuesto, la que más), mientras que el segundo sigue siendo presidente, pero sólo del Partido Popular de las Españas, que tampoco es como para tirar cohetes.

Pero, tras el recuento de ayer, ¿quién estaba más contento? ¿el elegido francés o el opositor español? No apostéis, a no ser que lo hagáis por Rajoy, que ganáis seguro. Sólo ha faltado que en la madrileña rue Génova se pusiesen a cantar esta mañana La Marselleise y a sacar banderitas tricolores. “Allons enfants de la droite// le jour de Sarkó est arrivé...” Porque aquí no se conforma quien no quiere. Pero si estaba cantado, después del mitin de ZetaPé con Ségolène Royal en Toulouse, que la culpa del descalabro de la candidata sociata es responsabilidad de este Gobierno. Vamos, que en estos momentos, no sé que espera Rodríguez Zapatero para dimitir y convocar elecciones anticipadas...

Exultante anda el peperío patrio ante el triunfo del bajito conservador francés. Al lado de ello, lo del Tribunal Supremo dando de capones a los batasunos y a los de la ANV, o lo del empapelamiento de la Pantoja, la huelga de hambre de Cachuli o el encadenamiento arborícola de Tita Cervera son meros sucesos accidentales. Aquí –dicen los peperos— lo importante es que ha ganado Sarkozy y Zapatero no ha dimitido. Para Zaplana y Acebes “le jour de gloire est arrivé” tal día como ayer, 6M, a sólo veinte jornadas de las elecciones municipales. Y ya se andan frotando las manos al pensar que ayer fue París y, dentro de nada, no sólo será Madrid, sino La Moncloa.

Y, a todo esto, ¿quién es Nicolas Sarkozy? Bueno, un señor bajito, francés (aunque su papá fuera húngaro y con fama de ser “un chevalier d’industrie”, más experto en dar sablazos que en doblarla para ganarse la vida), de derechas de toda la vida –de la droite eternelle, como aquel que dice--, que ha sido ministro del Interior y al que los inmigrantes no le caen nada bien. Si a ello añadimos que como presidente se propone “rehabilitar la autoridad, el mérito y el honor de la Nación”, pues ya tenéis, en versión francesa, a un Manuel Fraga Iribarne con 40 años menos.  

Puestas así las cosas, como que los ricos del mundo mundial podemos respirar tranquilos. En Francia, gracias a Sarkozy ya tienen la “Sarkocité, Desegalité, Authorité”, ahora sólo falta extender el ejemplo al resto de Europa (Polonia, con sus gemelos inquisidores de apellido imposible, ya van por el buen camino) y, por supuesto, tras extenderlo irnos a vivir a Île Mustique, en el Caribe, o aun paraíso similar que, hoy día, con la informática y otras maravillas tecnológicas, ni siquiera es preciso la presencia física en el Mercado de Valores y, mucho menos, en el discretísimo banco familiar de Zürich que tan buenos servicios ha prestado a un par de generaciones de nuestra familia.

Gracias a Nicolas Sarkozy, “le centre es arrivé en France”, el centro, sin complejos, ha llegado a Francia. Y es que, pequeñines/as míos/as, hoy en día a la derecha le llaman centro. Como el PP, talmente, tan centrista, centrado y centrante.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios