www.diariocritico.com
Málaga, ciudad del paraíso

Málaga, ciudad del paraíso

jueves 01 de julio de 2010, 10:16h
Hoy el carromato de “Protagonistas”, la mañanera caravana de palabras, llega a Málaga, a la que Vicente Aleixandre definió como “ciudad del paraíso”. Y nos preguntamos: ¿es posible una ciudad dentro de un paraíso? ¿Son compatibles el hormigón y el viento? ¿Se pueden hacer amigos el mar y las procesiones de Semana Santa, o la tierra señorial de las palmeras y la invasión turística? Pues sí,  amigos, es posible, y forma parte del ADN malagueño por el que transitan vientos de serranía, la luz de Picasso, las verónicas inmóviles de los grandes toreros, el espejo del mar, la cocina del litoral y de los montes, el ensimismamiento andaluz y la apertura a un mundo sin fronteras.

“Ciudad del paraíso” decía el premio Nobel Vicente Aleixandre, y añadía:
“Siempre te ven mis ojos, ciudad de mis días marinos, colgada del imponente monte, apenas detenida en tu vertical caída a las ondas azules; pareces reinar bajo el cielo, sobre las aguas, intermedia  en los aires como si una mano dichosa te hubiera retenido, un momento de gloria, antes de hundirte para siempre en las olas amantes”.

Hoy, desde esta ciudad del paraíso, cabecera de una provincia mágica  (Ronda, Marbella, Fuengirola, Benalmádena, Antequera, etcétera), “Protagonistas” hace una apuesta por un verano feliz para el sector hotelero, para la gastronomía y para el turismo, que se han convertido en pilares de la prosperidad de esta España del sur tan desgarradoramente bella, tan abierta, tan azul, tan misteriosa.

Hoy hemos venido a Málaga en una hermosa etapa de nuestro recorrido por los paradores nacionales de turismo, en la Segunda Edición del Taller del Gusto, para proclamar que hay una España de parada y fonda, de  playa y de sombra cuando el verano viene como un carro de higos maduros, como una letanía de soles y de luces. Y por esa España acogedora, hospitalaria, abierta y fascinante, que tiene  en Málaga uno de sus símbolos y unan de sus ciudades del paraíso, apostamos y brindamos en esta mañana, ahuyentando los vientos de la crisis,  y buscando, para todos, lo que Aleixandre canta: un momento de gloria. (Todo ser humano tiene derecho a su momento de gloria). O lo que pregona cada día otro poeta, Manuel Alcántara, quien dice, desde el Rincón de la Victoria, y mirando a las marejadas por encima del hombro, eso tan hermoso y tan provocador de que “si Dios no existe, no tiene perdón de Dios”.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios