Controvertida ley peruana sobre límites marítimos

Sin duda que la “Ley de Líneas de Base de Dominio Marítimo” aprobada por el Congreso Peruano, norma que generó más de una preocupación en el gobierno chileno y aunque se diga en el Ecuador, que en esta materia no tenemos ningún problema, sin embargo para el Perú, el acuerdo de 1954, firmado por delegados de Chile, Perú y Ecuador, denominado "Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima", sería sólo un convenio para facilitar la pesca artesanal y no un tratado de límites. La mención a límites marítimos sería en referencia a esa zona especial de pesca, y no a fronteras marítimas que hasta ese momento no se encontrarían definidas por tratado alguno; en otros términos, los acuerdos no se refieren al mar territorial, zona exclusiva o plataforma continental, sino a una "zona pesquera”.

Es importante recordar que el 18 de agosto de 1952, se suscribió en Santiago de Chile la “Declaración sobre Zona Marítima”, entre Ecuador, Chile y Perú, estableciendo “la soberanía y jurisdicción exclusivas sobre el mar que baña sus costas hasta una distancia mínima de 200 millas marinas…”, posteriormente en Lima, el 4 de diciembre de 1954, en convenio complementario explicaron que esa soberanía y jurisdicción se extiende también al suelo y subsuelo correspondiente a esas zonas marinas.

La controvertida Ley de Intereses Marítimos promulgada por el ex-presidente peruano Alejandro Toledo,  establece que el límite marítimo con Chile es una línea equidistante, entre el paralelo y la perpendicular al límite costero, posición que Chile rechaza y señala que el límite marítimo se estableció en 1952 y se ratificó en Lima en 1954; estableciendo como límite marítimo, la línea del paralelo geográfico que corta el punto en que la frontera internacional terrestre llega al mar.

El Ecuador, debe mantener una vigilancia prudente, que quiera o no atañe a nuestros intereses, sobre todo que el Perú siempre ha esgrimido su famosa tesis de la bisectriz y su proyección o Mar de Grau para establecer sus límites marítimos lo que podría ser un detonante que desborde, incluso en enfrentamientos bélicos, ¡Dios no quiera!, para evitar esta tragedia se debe respetar los convenios firmados a la luz del Derecho Internacional.