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Ve intención de perjudicar su carrera política y arruinarlo económica y personalmente

Joan Laporta dice que Rosell quiere llevarlo ante los tribunales porque siente 'envidia y celos'

Joan Laporta dice que Rosell quiere llevarlo ante los tribunales porque siente "envidia y celos"

Impugnará la Asamblea de Compromisarios y exige al club que le facilite la Due Diligence

lunes 18 de octubre de 2010, 18:26h

"No le guardo rencor. Ha de ser muy triste estar bajo los efectos de la envidia y los celos". Ésta es la visión que, en estos momentos, tiene el ex presidente del Futbol Club Barcelona del actual mandatario de la entidad, a quien acusa de ser el instigador del voto favorable a emprender una acción social de responsabilidad en contra suya. "No prosperará", augura Laporta "porque nuestros datos económicos son positivos" y, además, en la votación no hubo el quórum exigido, opina el ex presidente. Joan Laporta ve como trasfondo de la acción emprendida a instancias de la nueva directiva una intención de perjudicar su carrera y llevarlo a la ruina económica y personal. Joan Laporta no ha estado solo en su exposición. El ex director general del club, Joan Oliver, se ha encargado de contestar todas aquellas afirmaciones de la Due Dilligence que la Junta de Sandro Rosell presentó el sábado en el resumen de la misma. Y lo ha hecho aportando documentación. Lo mismo que él y Joan Lapota exigen a la nueva Junta: que les facilite la Due Diligence.

El ex presidente del Futbol Club Barcelona, Joan Laporta, ha empezado en el Col·legi de Periodistes de Catalunya explicando que su "máxima ilusión" en estos momentos "después de haber dedicado todos estos años al Barça y con los resultados habidos" era "hacer de socio y disfrutar del equipo y del club con mis hijos. Pero no me dejan". A partir de aquí, ha acusado a la junta que preside Sandro Rosell de "intentar el escarnio y deshonrar" el prestigio de la directiva que él, presidió. "Han llevado a cabo una maniobra moral indecente, sectaria, sesgada y demagógica a la hora de explicar al Due Diligence, con encarnizamiento y creando alarmismo entre la masa social", ha sentenciado antes de exigir que se les entregue la Due Diligence "en su total extensión y con todos los contenidos". Asimismo, Laporta ha considerado "insuficientes" las explicaciones llevadas a cabo por la empresa encargada de elaborar el documento, KPMG, contra la que la que fuera su junta se plantea llevar a cabo acciones legales. "Es falso que algunos gastos no tengan justificación; no tenemos nada que ocultar", ha ilustrado el antiguo máximo mandatario blau-grana. "Volveré a exigir la Due Diligence porque queremos explicar con todo detalle lo que no se ha relatado", ha insistido Laporta, dado que "tenemos la conciencia muy tranquila porque tenemos fuerza de verdad". Por cierto que no sólo KPMG ha visto recriminado su modus operandi. Joan Laporta también ha cargado contra la auditora Deloitte por haber cambiado los criterios en su reformulación de la auditoría que hizo para la nueva junta, respecto a lo auditado sobre la del ex presidente -reformulación que reconoce la propia firma auditora en un documento que Laporta ha entregado a los periodistas-. "Su cambio de criterio se ha debido a presiones de la junta actual", ha señalado.

"También perjudican al club", ha dicho

A su vez, ha recordado a la junta impulsora de esta suerte de auditoría que con sus maniobras "también perjudican la imagen del Futbol Club Barcelona". El ex presidente de la entidad ha considerado que la reformulación de cuentas de la nueva directiva es "una maniobra contable indecente, con la voluntad de ofrecer una imagen deteriorada del Futbol Club Barcelona a día de hoy". Ha sido, llegados a este punto cuando ha anunciado que "impugnaremos la Asamblea General de Compromisarios porque ha vulnerado nuestro derecho de explicarnos y someter las cuentas". Según Joan Laporta, cuando solicitó la posibilidad de presentar sus cuentas en dicha Asamblea el actual presidente del club, Sandro Rosell le dijo que "sólo se presentarían las cuentas de la junta actual, que han sido reformuladas". Tampoco accedió Rosell a que miembros de la junta que presidió Laporta pudieran ser invitados a la asamblea.

Laporta está seguro, además, de que "no prosperará la acción social de responsabilidad dado que la misma no tiene base si se tiene en cuenta que nuestros resultados fueron positivos, incluso si se nos imputan las pérdidas del ejercicio 2002-2003, en que se nos responsabilizaba de los números de la junta anterior". Aquí se refería Joan Laporta al hecho de que, cuando su junta entró en el club, todavía faltaban unos días para el cierre de aquel ejercicio, razón por la cuál se pretendió que sólo una semana de nueva gestión contara como un año entero y también que al coincidir la citada clausura con un momento en que ellos ya estaban al frente del club, también se les imputaban las cuentas anteriores. Además, ha añadido que el sábado "no hubo quórum para interponer la demanda de responsabilidad social porque los compromisarios no sumaban una mayoría simple". Y es que votaron 1.093 compromisarios y sólo 468 lo hicieron a favor. Además, según Laporta, utilizaron a un representante de KPMG para llevar a cabo sus malicias. Llegados a este punto, ha puntualizado que la acción social de responsabilidad no prosperará, así que "ganaremos". En consecuencia ha exigido a la Junta de Sandro Rosell un "compromiso público de que si pierden la demanda pagarán ellos todos los costes, asumiendo un compromiso de pago personal porque es muy fácil interponer demandas y que luego pague el club".

Una decisión que empequeñece al club

La acción social de responsabilidad "va dirigida contra mi persona y es una medida mediática para crear la sospecha permanente. Veo la intención de perjudicar mi carrera política y de arruinarme económica y personalmente". El impulso de la misma "está hecho con muy mala fe" y por ello, ha dicho Laporta "agradezco a quienes votaron en contra de la iniciativa y comprendo a quienes votaron a favor" dado que la confusión creada, ha dicho, incitaba a tomar también esta decisión. Además, el antiguo presidente de la entidad barcelonista ha sentenciado que "la decisión de interponer una demanda no es la más importante de la historia del club; más bien lo empequeñece. Que no hablen de responsabilidad cuando ellos han cometido una irresponsabilidad.

Ya en el turno de preguntas, Joan Laporta ha opinado, sobre el voto en blanco de Rosell de cara a la presentación de la demanda que ha hecho como Poncio Pilatos, "un personaje que no quiso responsabilizarse de derramar sangre inocente". Y sobre la actitud del actual presidente ha dicho que "no le guardo rencor. Ha de ser muy triste estar bajo los efectos de la envidia y los celos". Al nuevo presidente le ha aconsejado "que se dedique a construir, que preside un club que, a buen seguro, quiere con todo su corazón. Que se deje llevar por este órgano y no por el resentimiento". "Creo -aún ha añadido- que todo esto se le ha escapado de las manos y espero que encuentre la manera de reconducirlo". Pero ha dejado claro que "como culé, como socio que ama la entidad, me sabe muy mal todo lo que me han hecho"

También se ha hablado estos días de la imagen de ruptura que puede ofrecer el club tras los últimos movimientos. Laporta no se ha definido sobre el tema pero sí ha asegurado que "en 100 días han provocado una atmósfera que nos devuelve a la oscuridad". "Estos caballeros... individuos -ha proseguido- veo que no están a la altura".

"Nada parará mi lucha para conseguir un Estado para Cataluña"

Y es en este momento, cuando, tras un amago inicial, la política ha vuelto a la escena. Y es que Joan Laporta ha advertido que "nada parará mi lucha para conseguir un Estado para Cataluña" y se ha felicitado por la reacción de sus compañeros de Solidaritat Catalana per la Independència (formación con la que se presentará a las urnas el próximo 28 de noviembre) "que han cerrado filas. Esto es algo que valoro mucho porque formamos una alternativa a las fuerzas políticas establecidas". Paralelamente, ha lanzado sus dardos contra PP y C's, quienes "no me extraña que hayan sido los primeros en felicitar a Rosell".

Y ha finalizado Joan Laporta con una última advertencia -antes eso sí, de cargar contra el Consejo Senior ideado por Rosell y "formado por los papás de los hijos que no hallan la manera de hablar de los hijos de los padres-. Como decíamos, sus, prácticamente últimas palabras han sido: "A partir de hoy empieza el seguimiento de esta Junta directiva. Espero que lo hagan bien por su bien. Ya iré comentando. Y esto es sólo una posición de legítima defensa: mía y del Futbol Club Barcelona, dado que se está destruyendo el legado de todo lo que hemos logrado".

Oliver aporta datos

No ha estado solo Joan Laporta en la mesa de la sala de prensa del Col·legi de Periodistes de Catalunya. A su lado, el ex director general del club, Joan Oliver, como ya hiciera el pasado jueves, ha desgranado la réplica a las acusaciones de la actual junta. "Intentaremos no hacer lo que nos hacen. Nosotros aportaremos documentación", ha señalado. Así ha afirmado que no existen las pérdidas que se quieren atribuir al ejercicio 2009-2010. También ha ratificado la versión de Laporta sobre la falta de votos necesarios para interponer la acción de responsabilidad social, y para ello se ha remitido a la disposición séptima de la Ley del Deporte. Y además ha facilitado a la prensa una sentencia del Tribunal Supremo en la cuál se da la razón a un recurso idéntico impugnando una asamblea extraordinaria de la Caja de Ahorros Provincial de Guadalajara. "Sólo con la diferencia de que donde la Ley del Deporte habla de 'asistentes', en el caso de la caja se habla de 'concurrentes'". Para abundar en la cuestión, ha recordado que el secretario de la Junta advirtió de que nadie debía ni salir de la sala ni entrar en la misma a la hora de las votaciones de la Asamblea de Compromisarios. Oliver también ha recordado que el mismo día de la Asamblea advirtieron a un directivo -"(Carles) Vilarrubí", se ha encargado de aclarar más tarde Laporta- de que no computaban bien las mayorías.

A partir de aquí, y como ha exigido reiteradamente Laporta, Oliver también ha reclamado poder acceder a la Due Diligence. Aun sin tenerla, el antiguo director general del Futbol Club Barcelona, ha desglosado cada una de las diapositivas que el sábado pasó la Junta actual para explicar el resumen de las 800 páginas de que consta. Oliver ha explicado, así, entre otras cosas, que el principal patrimonio del club son los jugadores formados en La Masia -instalaciones donde se desarrolla todo el fútbol-base barcelonista- pero que éste, en realidad, no se puede incorporar como activo. También que sí que reconoce que se ha incrementado la deuda, pero el crecimiento aún ha sido mucho más superior, con lo cual descienden las dificultades para cubrirla. Para Oliver, por otra parte, la reformulación de cuentas se ha utilizado para "hacer que los ingresos desciendan e incrementar las pérdidas". Los fichajes de jugadores como Henrique y Keirrison -"Traffic sólo son agentes de jugadores, es normal que entren en la negociación", ha dicho-; el mal negocio con Zlatan Ibrahimovic -"si se ha perdido dinero, la venta la ha hecho la nueva junta", ha recordado- o la supuesta entrada en pérdidas de Barça TV -"no es cierta, lo que sucede es consecuencia del, paso de ser gestionada externamente a hacerlo el club", ha explicado- han sido otros aspectos abordados. Como también el regalo de entradas para la final de la Champions en Roma o los conciertos de U2 en el estadio barcelonista, que ha achacado a compromisos lógicos con sponsors u otros agentes de interés para el club o algo que le "pone de los nervios": que se cuestione el dispositivo de seguridad para el presidente que ha erradicado la violencia del Camp Nou. Ha recordado Joan Oliver, hablando de otro aspecto polémico como es la proliferación de tarjetas Visa con cargo al club, que su existencia "fue idea personal mía. Es más fácil de controlar el gasto con tarjeta que con dinero en efectivo", ha sentenciado. Y también han aparecido los jets privados, que Oliver ha justificado que en la mayoría de ocasiones han sido para el traslado de jugadores y en otras "porque no había otra solución. Bueno sí la había, pero era más cara". Y en este caso ha recordado un viaje que comprendía el periplo México-Ecuador-Argentina en el que la otra opción eran seis viajes (con idas y vueltas a Barcelona) con lo cuál el montante aún era superior. "Por cierto -ha recordado- una de las escalas era en Rosario, por unos asuntos que nos llevaron a garantizar la continuidad de Leo Messi en el Barça". Una de las últimas cuestiones abordadas por Joan Oliver ha sido la póliza de responsabilidad civil que firmaron los directivos salientes. "Era de 84.000 euros y lo que aseguraba era por valor de 25 millones, pero éste no era el coste". A la pregunta de por qué la renovaron antes de dejar su mandato, Oliver, claro y conciso, ha dicho: "porque vencía".

En todo caso, Joan Oliver ha dejado bien claro que los nuevos directivos "no han encontrado un mal uso del dinero. En todo caso, pueden criticar la gestión". A todo ello, Joan Laporta ha añadido que "es por la misma razón que, a diferencia de lo que ha hecho la actual junta, nosotros no emprendimos ninguna acción contra la que nos precedió".

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