Asaja ha instado a las administraciones que "intensifiquen" las actuaciones de vigilancia en zonas rurales y que trabajen "de forma coordinada" para incrementar el número de efectivos en el campo tras el crimen de Francisco L.P., un agricultor de 45 años cuyo cuerpo sin vida fue encontrado este lunes en el interior de su finca en la barriada de San Isidro, en Níjar (Almería).
En una nota, la organización agraria ha advertido de que, "lamentablemente", la sensación de inseguridad que los agricultores viven en sus explotaciones es "cada vez mayor" si bien ha matizado que, en el seno de Asaja, son "conscientes del trabajo" de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y "de las dificultades que tienen para vigilar una zona tan extensa y compleja como el campo almeriense".
Tras expresar sus "condolencias" a los familiares de Francisco L.P., ha señalado, en los mismos términos que COAG-Almería, que el fallecido fue golpeado con una piedra en la cabeza hasta la muerte "cuando se encontraba vigilando su finca ante el temor de un nuevo robo", por lo que ha instado a los agricultores a que "no pongan en riesgo su propia integridad física" ante hechos similares.
Al hilo de esto, Asaja ha pedido que se denuncie "siempre" que se produzcan atracos o destrozos en las explotaciones agrícolas y que se comunique a la Guardia Civil, "por pequeño que sea" --ha ahondado--, "cualquier movimiento sospechoso que observen" ya que "la colaboración puede resultar esencial a la hora de esclarecer el robo y encontrar a los culpables".
El cadáver de Francisco L.P. fue encontrado por un trabajador de la finca ubicada en el Camino Acebuchal a las 08,30 horas de este lunes. Según apuntan las primeras indagaciones de la Guardia Civil, que continúa la investigación para esclarecer la autoría del crimen, presentaba contusiones por todo el cuerpo propias de haber sido atacado con un objeto contundente y varios golpes, al parecer propinados con una piedra, en la cabeza.
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