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Opinión

El futuro de Elena

El futuro de Elena

miércoles 03 de noviembre de 2010, 16:35h

Se llama Elena, es rumana, tiene diez años y ha pasado a engrosar la penosa estadística de las madres-niñas que en España son un centenar cada año. Debería de tener en los brazos una muñeca, o cualquier juguete, sin embargo tiene a un bebe, el suyo, una niñita a la que llama Nicoleta.

   Su abuela dice que entre "ellos" es "normal", que están contentos, que no pasa nada porque la pequeña haya sido madre, que lo importante es que el bebe este en perfecto estado, y del padre de la criatura dicen que es otro menor, de trece años, que al parecer se quedó en Rumanía. Y en ese "ellos" se refiere a que son gitanos como si con eso pudiera justificar lo injustificable, porque no, no es normal, ni entre "ellos" como dice la abuela, ni en ningún lugar. A los diez años se juega, se lee cuentos, se corre ligera por la vida, se sueña un futuro repleto de colores.

   A los diez años muchas niñas tienen en sus manos a muñecos que parecen auténticos bebes, y les cambian los pañales después de darles un biberón ficticio. Pero esta niña rumana tendrá que hacer todos esos gestos con su hija. Nicoleta, un bebe de carne y hueso.

   Según los vecinos del barrio jerezano en que vive, Elena no va al colegio. En el centro de salud de su barrio tampoco la conocían, de manera que no pudieron hacer un seguimiento del embarazo. La madre de Elena trabaja de limpiadora y comparten casa con la abuela. Elena es una de las más de cien niñas que todos los años tienen hijos, y hay que preguntarse qué estamos haciendo mal. Sí, que está haciendo mal nuestra sociedad para que haya niñas que se convierten en madres.

   Es necesario que haya una buena educación sexual dicen los expertos. Estoy de acuerdo, pero ¿para evitar los embarazos o para enseñar que no se debe de jugar a ser mujer antes de tiempo? LLevamos décadas en que los niños envejecen antes de tiempo. Me explico, cada vez tienen menos infancia, cada vez se hacen mayores antes, cada vez juegan menos, cada vez tienen relaciones a edad más temprana, cada vez hay más embarazos no deseados entre adolescentes. O sea, los adultos cada vez hacemos las cosas peor respecto a los niños y adolescentes.

¿Puede una niña de 10 años asumir la responsabilidad de la maternidad? Su familia dice que sí, que es "normal", que ellos se comprometen antes, que es cuestión de costumbres, pero insisto: no lo es. Hay costumbres que por muy arraigadas que estén hay que desterrar, y esta, si es que lo es, es una de ellas.

   A mí me da pena ver a adolescentes salir hasta la madrugada bebiendo y fumando, practicando sexo, como si de adultos se tratara. Pienso en qué harán, con qué se divertirán cuando cumplan los veintitantos años si ya con quince tienen media vida vivida.

   Me da pena ver como vamos a una sociedad que les arranca la ilusión de cuajo, que hasta quiere organizar como deben de jugar. Me da pena verles embebidos con maquinitas matando marcianos. Me da pena ver a las niñas vestidas de "Lolititas" prematuras. Etc, etc, etc. La familia de Elena ha recibido con alegría el nacimiento de Nicoleta, pero la realidad es que es una tragedia que Elena, con diez años, sea madre, y Nicoleta tenga como madre a una niña que debería de estar jugando con muñecas. Insisto, algo estamos haciendo rematadamente mal.

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