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ENTREVISTA. La candidata de Alternativa de Govern postula un "reset" en el sistema político

Montserrat Nebrera: 'Queremos ser el partido del esfuerzo, del pan con mantequilla, después de habernos prometido un pastel de chocolate'

Montserrat Nebrera: "Queremos ser el partido del esfuerzo, del pan con mantequilla, después de habernos prometido un pastel de chocolate"

 "Reavivar el malestar es negocio, en Cataluña y en el resto de España, pero esto no se arregla con bombazos, sino con diálogo. Pero estamos yendo en la dirección contraria"

martes 09 de noviembre de 2010, 14:15h
Montserrat Nebrera cabalga sobre la escena política sin tabúes ni nada que la detenga. Profesora de Derecho Constitucional en la Universitat Internacional de Catalunya (UIC), confiesa que no leía información política en los diarios antes de su salto a la política activa de la mano de Josep Piqué. Curtida en la brega política en tertulias en televisión –"Yo era la niña bonita de los Matins de TV3"- dice sin rubor- su experiencia como diputada del Partido Popular en el Parlament de Catalunya (2006-2009) constituyó toda una lección de cómo una persona de pensamiento libre no puede comulgar con las consignas de voto y giros tácticos al programa a que se ve sometido el diputado que quiere seguir siéndolo. Nebrera resultaba incómoda a la dirección de Génova, le abrieron expedientes pero aun así optó a presidir el PP catalán. En el último congreso sacó el 40 por ciento frente a la candidata oficial, improvisada a última hora, Alícia Sánchez Camacho.

Montserrat Nebrera vuela ahora sola ante las elecciones del 28-N. Constituyó Alternativa de Govern y aunque el nombre vaticine la posibilidad de un vuelco electoral, la verdad es que es consciente de que podrá hacer poco más que remover las conciencias. Sólo presenta lista por la circunscripción de Barcelona –"no tenemos dinero", no aparecerá en televisión porque no goza ahora de representación parlamentaria, pero encabeza una propuesta imaginativa con mucho voluntarismo y ganas de hacerse ver y oír. Tiene 5.819 amigos en Facebook, en los que confía y a los que escribe regularmente.

- Dígame un motivo para que yo la vote.

- Probablemente la coherencia, que es síntoma de honestidad. Yo siempre he dicho lo mismo, si he cambiado he explicado porqué y he dado ejemplo de que en política no se tiene un precio.

- Usted se manifiesta contra los "instalados", esa casta de profesionales de la política que no dejan espacio para los demás. ¿Propugna un barrido general?

- El fortalecimiento de las estructuras de partido ha enquistado a sus cúpulas, a personas que mandan por encima de cualquier principio. El sistema electoral, que hace treinta años quizás era la mejor solución, es pernicioso y ha propiciado que burócratas de partido y profesionales de la política se instalen en las cúpulas de los partidos.

El tener el poder durante mucho tiempo hace más probable la tentación de ejercerlo en beneficio propio.

- ¿Con qué apoyos cuenta?

- No acepto precios, no acepto servidumbres y no he pedido créditos a los bancos. Nuestro apoyo es básicamente el de personas que aportan su tiempo e ingenio. La web la ha hecho un voluntario, otro nos ha dejado un local, la sintonía de campaña lo mismo… Tenemos ideas, manos, tiempo… de gente que quizás no tiene mucho dinero para darnos pero que tiene ilusión e ingenio. ¿Dinero? Hubo gente dispuesta a pagar para ir en la lista, les dijimos que no.

- Ingenio: se presentaron al pie del Timbaler del Bruc.

- El Bruc está al pie de Montserrat y las montañas son sagradas. A ver si nos aporta un poco de luz.

- Imaginación tampoco les falta por lo que se ve en su web.

- Sí, tenemos imaginación y ésta es mayor cuando hay pocos recursos económicos. Verá pocas vallas y no en los mejores sitios, algún cartel y en folletos no gastaremos más de dos mil euros.

Nos da la sensación de que estamos viviendo una segunda transición y ahí nosotros no queremos ir con la mentalidad de meternos en el eje derecha-izquierda. Lo que hay que hacer es "resetear" el juego.

- Los partidos tradicionales conocen el perfil de su electorado y por eso fluctúan en sus programas según les convenga. Ciutadans, con quienes compiten ustedes en la búsqueda de un cierto espacio rebelde y abstencionista porque no cree en aquellos partidos, quizás no ha llegado a saber el origen de sus votos. ¿Cuál es el espacio de Alternativa de Govern y qué les separa de Ciutadans?

- Si Ciutadans hubiera hecho el trabajo que pretendían hacer, Alternativa de Govern quizás no habría llegado a existir, pero no lo han hecho. Una formación que critica el sistema lo primero que hizo fue cobrar la subvención. Nosotros no nos endeudaremos porque no aceptamos la desigualdad de un juego que hace que unos cobren 20 millones de euros, como CiU y PSC, otros, 600.000 como Ciutadans y nosotros, cero. Por otro lado, Ciutadans ha dejado de lado ciertos postulados de su programa y ha situado el mensaje en la bandera española y el castellano. En Ciutadans había rabia y están enfrentando los sentimientos de la gente.

Nosotros no buscamos eso, queremos ser el partido liberal que hoy día no existe en Cataluña. Primamos la libertad individual aunque le reservamos un papel al Estado en la defensa de aquellos que, aunque se esfuercen, nunca tendrán las mismas oportunidades. La dependencia, por ejemplo, casi es un problema más urgente que las pensiones. Por otra parte, el concepto histórico de liberalismo ha cambiado mucho y también el estado del bienestar. Hay que liberar el sistema, tanto desde el punto de vista político como social. Esto de que pretendas estudiar en la lengua que quieras es una animalada… En la escuela pública hay que enseñar en todas las lenguas posibles.

En definitiva, queremos ser el partido del esfuerzo, del pan y mantequilla, después de que nos habían prometido el pastel de chocolate.

- Me da la sensación de que ustedes quieren ser una élite aunque tenga pocos votos. Tierno Galván decía de su partido, el PSP, frente al PSOE, que el suyo era "un voto de calidad".

- Estoy convencida de que somos un partido de muy alta calidad: no nos vendemos, damos lo que somos y no lo que convenga, y ofrecemos responsabilidad a la gente. Es una respuesta a los que se cruzan de brazos o que gesticulan diciendo que no, que eso no es para ellos, que lo hagas tú. Hemos constituido una estructura pequeña pero sin arribistas, sin mangantes, sin vagos y sin maleantes.

Yo estoy ahora mucho mejor que antes de estar en política, más tranquila que cuando le dije que sí a Josep Piqué.

- Usted, la rebelde, la que creaba problemas a la dirección del PP, sacó el 40 por ciento de los votos en la elección de presidenta. Me imagino que gran parte de esos votos no eran para usted, sino contra la candidata impuesta por Génova, Sánchez Camacho.

- Fue una conjunción de varias coordenadas. Una de ellas, la de hacer aterrizar otro candidato en pleno proceso. Por eso creo que huno una respuesta de militantes que se sentían ninguneados pero también de gente que pensó que yo no les engañaría. Si me retiraba me habían ofrecido un lugar al sol y yo sé que tengo armas para seducir… Si te portas bien acabas siendo secretario de Estado, o incluso ministro, pero ¿a qué precios vendes tu libertad?

- Usted sola, sin el aparato del partido, fue capaz de montar una cena multitudinaria en el Majestic.

- Aquella cena me desbordó incluso a mí. Lo organizaron media docena de personas de mi entorno, algunos militaban en el PP y otros no, y se llenó de periodistas, incluso conectaron en directo en TV3. Allí se juntaron varias intenciones entrecruzadas: personas que pedían un giro en Génova, gente liberal sin partido, otros que ya no están en el Partido Popular… Se comenzaba a entrever la dinámica de otro tipo de partidos.

Yo no tenía experiencia política. Era profesora en la Universidad y participaba en algunas tertulias pero nunca había pronunciado un discurso. Nadie me lo escribió ni usé prompter, dije lo que pensaba y expresé muchas ideas, aunque lo que quedó en la prensa fue lo de "charca ponzoñosa", que "los mossos tienen miedo" y frases de ese estilo.

- Mossos, TV3... ¿Tenemos demasiados tabúes patrióticos, instituciones que no se pueden tocar?

- Tenemos demasiados tabúes que constituyen una mezcla extraña de autocomplacencia patriótica y de victimismo paranoico. Esa obsesión de cuántos atletas de élite son catalanes, etc.

- Usted hace una campaña muy basada en internet 2.0, en las redes sociales.

- Y la hago de verdad:el blog lo escribo y lo respondo yo, redacto mis discursos y mis artículos, nadie cuelga mis mensajes como pretender hacernos ver algunos políticos que resulta que a la misma hora están participando en un acto. Como dicen, se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Contesto a todos y no hay ningún tipo de censura, ni siquiera cuando me han insultado gravemente.

- ¿España no nos entenderá nunca a los catalanes? Lo dijo el ministro Duran y Bas hace más de cien años y la sentencia parece vigente.

- Yo diría que en las relaciones Cataluña-resto de España estamos condenados a entendernos. Es imprescindible, es conveniente y es de justicia porque no habrá unión si no la queremos todos. O restablecemos la ilusión o esto se va a hacer puñetas y estamos yendo en la dirección contraria.

- Recuerdo una tertulia reciente, en Intereconomía, donde usted tuvo que defender la diferencia, que se nos respete como queremos ser y que mientras en España no vean esto seguirá existiendo el problema.

- Nosotros decimos que la nación es el individuo, la familia y la comunidad política. Habría que rehacer la estructura territorial y convertir el Senado en la verdadera cámara de las autonomías. ¿Para qué sirve ahora? Nos cuesta muy caro que se dé un baño de autoestima porque un día tumba un proyecto del Gobierno que luego vuelve al Congreso y lo aprueba. Cambiemos también la ley electoral, y limitemos los mandatos. En definitiva, que la gente sienta que forma parte de la historia.

- Meterse con Cataluña es gratis y parece ser un negocio que da votos en Murcia, Valladolid o Almería.

- Reavivar el malestar es un negocio, pero en los dos sitios, también aquí. Ahora esto no se arregla a bombazos. O se arregla mediante un entendimiento cordial y con voluntad de arreglarlo o esto ya no tiene arreglo.

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