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A lo peor mienten todos

A lo peor mienten todos

jueves 25 de noviembre de 2010, 14:58h
   Es probable que González Pons exagerara al acusar de que el Gobierno puede mentir sobre sus datos económicos, pero tampoco veo muy probable que los inversores mundiales estén pendientes de las palabras del señor González Pons para ver si confían o no confían en el futuro de España. Hace un día y una noche, Elena Salgado declaró ante un grupo de expertos en periodismo financiero que no hacían falta más reformas, y es muy probable que faltara a la verdad, entre otras cosas porque los importantes empresarios que se reúnen mañana con Zapatero, piensan exactamente lo contrario. Y no es que Zapatero tenga mucho más interés en escuchar de viva voz lo que ya le han dicho a través de informes y estudios, por lo que su interés en la reunión puede que esté falseado y no vaya más allá de la obtención de la foto con los campeones empresariales para sustituir gestos por decisiones.

   Es muy probable que el PP, tan combatiente en que no se congelen las pensiones, ponga la edad de jubilación, no en los 62, sino en los 63, o exija un mínimo de 35 años de cotización para percibir las pensiones, y no lo declarará salvo tortura antes de que se celebren elecciones generales.

   Y hasta es posible que en el PP y en el PSOE se vayan abriendo brechas o conformando sectores que consideren necesario un acuerdo de los dos grandes partidos para poner coto a esta fiesta de los reinos taifas en que va derivando el Estado de las Autonomías, porque aunque a ellos les favorezca, no les beneficia al resto de los españoles, incluidos los nacionalistas confesos, pero ningún militante ni de uno y otro partido lo confesará.

   En fin, tiene bastantes visos de aproximarse a la realidad que todos mientan en algo o en parte. Lo cual no es grave porque, en ocasiones, la mentira puede ser una cortesía social. Lo peor es la mentira grosera, como la de acusar al PP cuando critica al Gobierno de que no son patriotas, que sería algo así como acusar de enemigo de la Cultura al crítico al que no le ha gustado una novela o una obra de teatro, o etiquetar a los abstemios como enemigos furibundos de los viticultores. Es agotadora esta larga temporada donde se lleva la falda dialéctica grosera, larga y espaciosa, y el racionamiento con estampado de caspa. Pero es difícil vivir al margen de la moda.


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