CiU ha hablado

- Reflexiones en torno al discurso de investidura de Artur Mas -

Hace semanas el actual President de la Generalitat y líder de CiU pronunció su discurso de investidura en el Parlament de Catalunya. Este discurso de poco más de treinta páginas representa toda una declaración de intenciones que en determinados aspectos quiere ir mucho más allá de un simple programa de gobierno de legislatura para cuatro años (que no es poco).
    
Tenemos ya la experiencia de los 23 años de Gobierno anteriores de CiU presididos por Jordi Pujol, donde repitieron como un mantra determinados aspectos políticos e ideológicos de un discurso nacionalista y conservador que lograron ser hegemónicos en Catalunya.

Ahora nuevamente y en mi opinión quiere inaugurarse una nueva etapa, un nuevo "régimen" hemos dicho alguna vez, donde el discurso nacionalista conservador que ya estaba presente y potente en los espacios político, social, económico y cultural ocupe de forma mucho más amplia y en perspectiva aún de mayor crecimiento en Catalunya e influencia en España, los espacios institucionales que últimamente ocupaba la izquierda e incluso espacios municipales y regionales donde la izquierda ha gobernado en los últimos 32 años.
 
Esta ofensiva no empieza con la victoria de CiU en las pasadas Elecciones al Parlament de Catalunya, de hecho CiU perdió por un periodo de siete años el Gobierno de la Generalitat pero no menguó su poder en muchos ámbitos, esta ofensiva es anterior y se ha visto reforzada por la crisis económica y sus derivadas y sus precedentes políticos e ideológicos de corte neoliberal y conservador que conectan el proyecto de CiU a las expresiones de estas políticas a nivel europeo encabezadas por los aparatos burocráticos y no democráticos de la UE representativos sólo de los intereses de la oligarquía financiera europea, y por gran parte del discurso (no en su totalidad) de la oligarquía española que pretende sustituir (en la vertiente política) de una forma aún más consecuente a una parte de la socialdemocracia al Gobierno en España por la derecha extrema del PP.
 
El discurso de CiU pretende jugar un papel de representatividad de los intereses regionales y estatales de la oligarquía financiera, ocupando la centralidad política y con capacidad de hegemonía de pensamiento y de articulación social.
 
Este papel de centralidad política juega como polo de influencia en el nacionalismo de izquierdas (independentismo) que vive un momento de contradicción y crisis y también en el campo de la socialdemocracia, que ha entrado en crisis ante las dificultades y profundas contradicciones que ha provocado la voluntad de gestión social de un modelo neoliberal antisocial y depredador.
 
También debe apuntarse la grave contradicción que provoca la capacidad de articulación social con base de catalanismo popular que CiU opera utilizando las contradicciones en las relaciones entre Catalunya y España y las dificultades para construir un modelo de Estado Federal Plurinacional que ha expresado la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut de Catalunya. Este aspecto ya no es la queja permanente del pujolismo en los 23 años de sus gobiernos, representa una nueva fase en la que debe articularse un nuevo discurso fuerte de las izquierdas catalanas para confrontar y superar con liderazgo hacia el pueblo de Catalunya el nacionalismo conservador por el catalanismo popular.
 
Artur Mas no hace un simple discurso intitucional, proyecta también los potenciales (no abstractos o por construir de cero, proyecta sus potenciales) sociales, culturales, económicos, mediáticos, y anuncia que estos espacios colaborarán u ocuparán desde el primer momento los espacios de la administración con "voluntad de servicio público". Esto quiere decir que la gestión de los asuntos públicos no se realizará exclusivamente por los actores de la administración, sino que las empresas, las mutuas y empresas de servicios sanitarios, la escuela privada, los círculos de economía y empresarios y parte de la sociedad civil que vinculada o no a la iglesia gestiona servicios sociales y ayudas a los dependientes. Los espacios de lo público y privado se difuminan y de hecho se considera esta diferenciación innecesaria.

Destacan dos piedras angulares de esta proyección, la familia y la empresa. En el caso de la familia destaca su papel clave en la educación (papel clave en la elección del servicio en que la titularidad pública o privada es un debate "anacrónico y paralizante") pero sobre todo como garante de la cohesión social (esto es consecuente con dos grandes carencias del discurso, las políticas sociales y las de género). En segundo término la empresa, donde se expresa claramente que la empresa (la ganancia) está "en lo alto del sistema económico".
 
La garantía del trabajo está totalmente supeditada a las posibilidades o necesidades de la empresa y las políticas sociales sólo serán posibles en función del crecimiento de la economía y no deben estar garantizadas desde las políticas públicas, ya que la única garantía que éstas deben ofrecer deben ser las rebajas fiscales y la relajación o rebaja del control administrativo sobre la actividad económica.
 
No se concretan en ningún momento, ni siquiera se apuntan, tendencias sobre el posicionamiento de la Catalunya región de Europa y del Mediterráneo desde un punto de vista económico (sectores económicos, tipo de industria de alto valor añadido , etc.) y mucho menos de tipo político.
 
Se inaugura un nuevo concepto "el ecologismo del hacer", que en la práctica es desarrollado como el ecologismo del dejar hacer. De nuevo aquí los temas de infraestructuras, transporte, energía o agua, son enfocados para obedecer las necesidades del crecimiento económico y en ningún momento dimensionados desde el punto de vista de las personas y del territorio.

El discurso desarrolla en 8 puntos (economía / empresa / empleo, educación, sanidad, políticas sociales y de familia, seguridad, política territorial, administración y nación) una cierta concreción sectorial de las políticas a desarrollar que más que concretarse perfilan su filosofía. Estos apartados expresan una perfecta sincronía con el abecedario neoliberal (donde entre otros destacan la desfiscalización, la rebaja del gasto público, un determinado concepto de la internacionalización de la economía, la privatización y la desregulación).

No hay ninguna apuesta por el cambio de modelo productivo ni en Catalunya ni en España y simplemente se propone una adaptación de la pequeña y mediana empresa y la esperanza de que la capacidad de los sectores profesionales para aguantar la situación difícil encarándola con "el esfuerzo" para salir de ella.
 
Esta falta de propuesta económica alternativa a nivel internacional y europeo y el reforzamiento económico y político de nuevos acuerdos con la oligarquía española son claramente factores de estancamiento y de limitación voluntaria. Se asume un rol subsidiario en el liderazgo político y económico que acepta las limitaciones que impone el modelo especulativo neoliberal, el conservadurismo político y económico de la oligarquía española y se limita a una administración de rentas bajo una concepción provinciana. A pesar de que aparece un discurso de apuesta formal para la investigación, la ciencia y el desarrollo, objetivamente se recrean un modelo y unas relaciones profundamente limitativas para el desarrollo creativo de las fuerzas productivas. La investigación universitaria, por ejemplo, se enfoca más como un mecanismo para las necesidades limitadas de un modelo industrial limitado que como una apuesta abierta para sectores punteros de alto valor añadido para los que hay que apostar en primer lugar desde el sector público.
 
Este nuevo regionalismo (ya conocemos las limitaciones provincianas de la etapa del pujolismo y su apuesta por un modelo rentista y especulativo), sumado a los postulados privatizadores y de renuncia total del liderazgo del sector público en todos los ámbitos, pueden convertir a Catalunya en los próximos años en un gran pesebre viviente.
 
De entrada, la educación y la sanidad públicas, las políticas sociales y de género (el género sufre un doble recorte, por la vía social, donde de nuevo el papel de la mujer dentro de la familia será enfocado a suplir como cuidadora los recortes de servicios para personas mayores y para niños y niñas como mínimo y la desaparición, en segundo lugar, de las políticas de igualdad y contra la violencia de género) y las políticas medioambientales, sufrirán con rigor y desde el primer momento una verdadera involución política y económica.
 
Finalmente, decir que queda claro que el discurso de Artus Mas no es una alternativa, pero no hay una conciencia mayoritaria de que esto sea así. Su desarrollo irá demostrando que no sólo no representa una solución y una oportunidad para la mayoría de los catalanes y catalanas, sino que está pensado para beneficiar directamente y poner al servicio de una parte pequeña y ya poderosa de Catalunya el conjunto de las energías de los ciudadanos en general y de los trabajadores y trabajadoras en particular.
 
Se utilizará a la administración pública para orientar con más fuerza esta tendencia de beneficio privado con el esfuerzo colectivo, y debemos acumular las fuerzas políticas y sociales para reconstruir una alternativa que, como siempre, debe aprender de sus errores del pasado.