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Vámonos que nos vamos

Vámonos que nos vamos

miércoles 11 de mayo de 2011, 16:38h
"Yo aguanto más que un buzo debajo del agua". La frase no es de un aspirante al record Guinnes ni de un funcionario cabreado con el decreto del enchufismo del Gobierno de Pepe Griñán. La dijo en rueda de prensa el ex presidente del Ejecutivo andaluz, José Rodríguez de la Borbolla, cuando más arreciaba el acoso del "guerrismo" y pocos meses antes de verse obligado a dejar la Presidencia de la Junta de Andalucía en manos de Manuel Chaves por deseo expreso de Alfonso Guerra. Y es que en esto de aguantar chaparrones los socialistas andaluces son todo unos expertos. Incluso su máxima figura, el ex presidente Felipe González, afirmó aquello del "ya escampará" cuando le llovían tortas por todos lados por lo de la guerra sucia de los GAL y las diversas corrupciones de Filesa, Malesa, Juan Guerra, Roldán. Mariano Rubio, etcétera. Ahora las cosas están más o menos igual. Ni Zapatero ni Chaves ni Griñán atraviesan por sus mejores momentos políticos, pero ahí siguen, aguantando el tirón, creyéndose que son los salvadores de la patria cuando todos ellos han contribuído, y mucho, en arruinarla. Zapatero ya ha dicho que no adelantará las elecciones y que se piensa retirar el año que viene a su tierra leonesa; pobres paisanos; Griñan sigue insistiendo en que será el candidato a la Presidencia de la Junta en marzo del 2012 aunque sus propios compañeros le están poniendo todas la piedras posibles en ese largo camino de agonía que se me antoja cada vez más complicado, y Chaves resiste en su retiro madrileño del Paseo de la Castellana las reprobaciones de los "populares", los embates en el Senado de Rafa Salas y de Ricardo Tarno en el Congreso, y la pesada carga de unos hijos comisionistas, Paula e Iván, que amenazan con arruinarle definitivamente su ya larguísima carrera política. Los tres, como decía Borbolla, aguantan más que un buzo debajo del agua...hasta que se les acabe el oxígeno que le proporcionan algunos fieles compañeros desde la superficie. Visto lo visto, por aquí abajo no quieren saber nada ni de Zapatero ni de Chaves en esta campaña. Ambos participarán en algún que otro mitin municipal, pero alejados de las grandes concentraciones para evitar que los cabreados, que son muchos en Andalucía, entre ellos más de un millón de parados, les monten un numerito. Parece que el dimisionario Luis Pizarro es el único que ha reclamado la presencia del ex presidente de la Junta en Andalucía. Y si los de arriba aguantan, los de los niveles más inferiores comienzan a abandonar el barco antes de que se hunda. Ya lo hizo el citado Pizarro y ahora acaba de hacer las maletas y marcharse Alejandra Rueda, la directora del Servicio Andaluz de Empleo. Dicen que por "motivos personales". ¿Habrá algo más personal que salvar el culo cuando llegue el tsunami? El caso es que entras en cualquier despacho de cualquier Consejería de la Junta y te topas con caras largas, con rostros serios, con palpables muestras de preocupación. Y no te digo nada si a la que accedes es a la de Empleo. Allí están de luto riguroso, de funeral, desde que estalló el escándalo de los EREs falsos, sobre todo por esos que llaman "EREs muertos", y no se fían ni de su propia sombra. Hay directrices emanadas de San Vicente (sede regional del PSOE-A) de ocultar cualquier papel que pueda implicar a miembros del partido. Y el consejero Recio obedece a pies juntillas lo que diga Pepe Griñán y Susana Díaz, faltaría más. Los "EREs muertos", los que la Junta ya ha abonado en su totalidad, podrían sacar a la luz más de un nuevo escándalo y no está el horno para bollos.Y entre los funcionarios cabreados y los irreconciliables amigos de Griñán y de Chaves, se va a filtrar más de un documento que implique a alguien importante antes del 22-M. Ya lo verán. De momento le ha tocado el turno a Chaves y su mediación directa en algún que otro ERE, pero seguro, seguro, que también aparecerá Griñán en reuniones y mediaciones similares. Lo dicho, hoy por mí, mañana por tí. Y es que la cartera de Empleo, entre el paro escandaloso, los imputados por la jueza Alaya (Guerrero, Rivas, Fernández), los EREs y las dimisiones, está más perdida que el barco del arroz. ¿Cómo se van a preocupar los pobres de buscarle trabajo a los andaluces si están más ocupados en salvar sus puestos y labrarse un futuro antes de que todo se vaya a pique?. No me extraña que su sede esté en la calle Héroes de Toledo. Los que allí aguantan el chaparrón son todos unos héroes. Qué digo unos héroes, más aún. son como los últimos de Filipinas. El caso es que de aquí al verano vamos a ver más de una dimisión "por motivos personales" en la Administración andaluza, sobre todo entre cargos medios como directores generales. Vámonos que nos vamos. Y lo más curioso de todo este asunto es que los más graves escándalos que han sacudido siempre a la Junta de Andalucía no ha procedido de denuncias de la oposición, sino de luchas internas por el poder entre las diversas facciones socialistas. Hasta ahora, pese a las corrupciones y los escándalos, el PSOE había conseguido "salvar los muebles" renovando una y otra vez su mayoría en el Parlamento. Veremos si en esta ocasión el pulso etre Chaves y Griñán no les cuesta marcharse a la oposición después de treinta años de mandatos ininterrumpidos. Todo podría ocurrir.
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