Lo más importante es ayudar a las víctimas del terremoto

Tras participar en una misa oficiada en la Catedral de Santiago, en recuerdo de las víctimas y damnificados del terremoto que el pasado miércoles afectó a Perú, Van Klaveren reiteró "la solidaridad que tiene Chile con el pueblo peruano en este momento de tragedia".

"Estamos pendientes de la suerte del hermano pueblo del Perú y expresamos nuevamente todo nuestro apoyo y toda nuestra simpatía hacia el pueblo peruano en este momento", sostuvo el diplomático.

Van Klaveren no quiso ahondar sobre los dichos del senador PPD Guido Girardi, quien solicitó que el embajador de Chile en Perú, Cristián Barros -llamado a consulta a Santiago el pasado 13 de agosto-, regrese "inmediatamente" a Lima para coordinar la ayuda

En Lima, entretanto, el gobierno peruano anunció el envío de más militares y policías a las provincias de Pisco, Ica y Chincha, devastadas por el terremoto, ante el incremento de robos y saqueos denunciados por autoridades locales y pobladores.

El ministro de Defensa, Allan Wagner, dijo que se enviarán 600 militares a esas zonas para sumarse a los 400 que ya se encuentran en el lugar a fin de brindar seguridad a los damnificados.

Los efectivos de las Fuerzas Armadas apoyarán la labor de los 2.000 policías que fueron movilizados a esas provincias del departamento sureño de Ica, donde se reporta casi la totalidad de los aproximadamente 500 muertos que dejó el sismo.

El Presidente Alan García dijo que todavía no quiere utilizar "la fuerza con toda energía", pero precisó que quienes pretenden aprovechar la emergencia para cometer actos delincuenciales "se encontrarán con la firme acción del Estado".

García, afirmó que su gobierno establecerá el orden "de manera enérgica" en  las localidades afectadas por el terremoto del miércoles, ante  un alud de reclamos por los asaltos a camiones con ayuda,  viviendas, tiendas y hasta un hospital.

García declaró, en tono molesto, que espera que después los  periodistas "no critiquen al gobierno por poner orden con  energía".

El Presidente, quien habló en Pisco, uno de los lugares en  situación más desastrosa por el terremoto de 7,9 grados Richter,  descartó la posibilidad de imponer un toque de queda.

"Vamos a establecer el orden de manera enérgica, como la  Policía Nacional y las Fuerzas Armadas pueden hacerlo".

Familias damnificadas denunciaron a través de los medios de comunicación ataques y robos a casas e instituciones públicas y privadas por parte de decenas de delincuentes que en algunos casos se movilizaron con armas y actuaron amparados en la oscuridad debido a la falta de energía eléctrica. Sin embargo, el Ejecutivo y la Policía sostienen que se trata de casos aislados.

Los delincuentes robaron medicinas del hospital San José de Chincha y equipos quirúrgicos de un hospital de campaña del Seguro Social, ingresaron en viviendas destruidas para llevarse objetos en buen estado, robaron víveres de tiendas y mercados, informaron radioemisoras y diarios limeños.