Así son los periodistas encarcelados que Diariocrítico apadrina

Anakurban Amanklytchev, de Turkmenistán, apadrinado por Fernando Jáuregui, es un activista de la Fundación Turcomana de Helsinki y colaborador de la productora francesa Galaxie-Presse. Fue detenido el 16 de junio de 2006 acusado de espionaje y posesión ilegal de armas tras colaborar en la realización de un documental junto a Catherine Berthillet. Condenado a 7 años de prisión, su liberación está prevista en 2013.
Junto con Jáuregui, lo apadrinan los periodistas Ana Blanco (TVE), Toni Gallardo Favà (Consultora de Comunicació Local), Jesús Rivasés (Tiempo) y Álvaro Vega (RTVA).

Nacido en 1971, está casado y tiene tres hijos. Trabaja con la Fundación Turcomana de Helsinki (THF), una organización no gubernamental que se encarga de denunciar las violaciones de los derechos humanos en Turkmenistán. También ha colaborado con la productora audiovisual francesa Galaxie-Presse.

Fue detenido el 16 de junio de 2006. El 19 de junio de 2006, el ministro de Seguridad Nacional de Turkmenistán, Geldimukhammet Asyrmukhammedov, declaró en la televisión que Annakurban Amanklychev "estaba tratando de reunir información difamatoria sobre Turkmenistán y provocar descontento entre la población por orden de (...) traidores a la patria y centros de desestabilización con sede en el extranjero".

El 25 de agosto de 2006 fue condenado a ocho años de cárcel tras un juicio a puerta cerrada y sin la presencia de observadores independientes. El juicio duró menos de dos horas. En un principio se le acusó de espionaje, pero después cambiaron sus cargos. El diario Neutral Turkmenistan, controlado por el gobierno, le acusó de transmitir "calumnias" sobre Turkmenistán.

El ministro de Seguridad Nacional alegó que los agentes encontraron armas y munición en su automóvil y se le acusó por "posesión ilegal de municiones y armas de fuego". Su familia alegó que la policía introdujo esta munición en su coche para disponer de pruebas y poder incriminar al periodista.

En realidad, el motivo por el que se encuentra en prisión fue su participación en la realización de la película Travel diary on Turkmenistan para el programa documental Envoyé Spécial, de France 2, junto a la periodista de Galaxie-Presse, Catherine Berthillet. También colaboró con un periodista de la BBC que grabó un programa sobre derechos humanos en Turkmenistán.

Condiciones de encarcelamiento

Algunos testigos han asegurado que Annakurban Amanklychev ha sufrido torturas físicas: "Ha sido interrogado noche y día con brutalidad extrema. Está irreconocible y se teme por su vida". Además, los agentes le suministraron psicofármacos para obligarle a confesar sus "actividades subversivas".

Actualmente se encuentra internado en la cárcel Turkmenbashi, situada en plena zona desértica. Los detenidos están obligados a realizar trabajos agrícolas en insoportables condiciones climáticas. La prisión está superpoblada, sucia, sólo ofrece una comida al día y no dispone de agua potable. La cárcel es de difícil acceso y apenas se permiten relaciones con el mundo exterior. No tiene derecho a un abogado.

Su estado de salud ha empeorado. Padece una infección en el estómago y en los riñones y dolores de piernas y articulaciones. Tiene muy restringido el acceso a tratamientos médicos y ninguna organización, ni siquiera la Cruz Roja, ha conseguido autorización para visitarle.

Sus familiares tienen prohibido salir del territorio, están sometidos a escuchas telefónicas y encuentran obstáculos para acceder al empleo y a la educación superior.

El caso de Eritrea

Yirgalem Fisseha Mebrahtu (Eritrea) es periodista de Zemen, Hadas Eritrea, Tirgita y la emisora Radio Bana y crítica de arte. Fue detenida el 22 de febrero de 2009, desconociéndose la acusación concreta.

Junto a Manuel Ángel Menéndez, la apadrinan Covadonga Porrúa Rosa (Asociación de la Prensa de Almería), Mercedes Arancibia (Crónica Popular), Soledad Gallego-Díaz (El País), Rosa Montero (El País), Nativel Preciado (Tiempo y otros foros) y Maruja Torres (El País).

Yirgalem Fisseha Mebrahtu, nacida en 1982, se graduó en el Instituto para la Formación del Profesorado (Teachers' Training College) de Asmara. Es una de las pocas mujeres periodistas de Eritrea. Trabajaba como crítica de arte para el semanario privado Zemen, el periódico estatal Hadas Eritrea, el periódico Tirgita, que apoyaba a la Unión Nacional de Jóvenes y Estudiantes de Eritrea (NUEYS) y la emisora de Asmara, Radio Bana.

La periodista fue detenida el 22 de febrero de 2009, cuando las autoridades asaltaron la emisora Radio Bana y detuvieron a toda la plantilla. Se desconocen los motivos por los que fue encarcelada. Se supone que la detención de Yirgalem Fisseha Mebrahtu se debe a sus trabajos de información sobre la realidad del país.

Condiciones de encarcelamiento

En un primer momento, la periodista fue enviada a la prisión militar de Adi Abeito, al noroeste de la capital. El 18 de febrero de 2010, fuentes fiables en Eritrea comunicaron a Reporteros Sin Fronteras que Yirgalem Fisseha Mebrahtu había pasado esas últimas semanas en régimen de aislamiento en la prisión de May Swra, al norte de Asmara.

Según la organización, la periodista y crítica de arte "lleva cerca de un año incomunicada, en condiciones verdaderamente terribles". Por este motivo, la salud de Yirgalem Fisseha Mebrahtu corre peligro y se teme por su vida.

En enero de 2010, Reporteros Sin Fronteras escribió una carta a Manfred Nowak, Relator Especial de Naciones Unidas para la tortura y otros castigos crueles, degradantes e inhumanos. La organización decía: "Le pedimos que solicite acceso a los periodistas encarcelados para poder comprobar su estado de salud y las condiciones penitenciarias en Eritrea (...). También le pedimos a usted y a los demás Relatores que presionen al gobierno a fin de asegurar que sean juzgados o liberados".

En septiembre de 2011, con motivo del décimo aniversario de la primera ola de represión contra la prensa, el cierre de todos los medios privados y el encarcelamiento masivo de periodistas por parte del presidente Issaias Afeworki, RSF lanzó una campaña internacional para llamar la atención sobre la persecución que sufren los periodistas eritreos, como Yirgalem Fisseha Mebrahtu, y pidiendo su inmediata liberación.

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