www.diariocritico.com
El 'mister' miraba a Bruselas

El "mister" miraba a Bruselas

miércoles 21 de diciembre de 2011, 23:44h
Solo 97 segundos, poco más de un total largo  para la televisión o un corte de radio. El presidente Mariano Rajoy no ha querido dedicar más tiempo para dar a conocer el que será el Gobierno del día del gordo de la lotería de Navidad. Aunque vistas las perspectivas económicas del país y de toda Europa hay más que dudas sobre si los 13 hombres y mujeres del presidente han recibido realmente un premio.

Ha sido la primera aunque escueta comparecencia del nuevo presidente en la estancia más solemne del Palacio de la Moncloa, la Sala de Tapices. Pero Mariano Rajoy parece seguir siendo enemigo de adornos o parafernalias aunque aparezca revestido de la púrpura presidencial. En sus primeras horas como jefe del Ejecutivo  no ha abandonado su gusto por la contención, la austeridad y la discreción. Aunque esta vez se ha pasado unos pueblos.  Para ser el momento para desvelar el secreto mejor guardado desde que hace un mes los españoles le otorgaron su confianza su comparecencia, la primera en el Palacio de la Moncloa, no ha podido ser más parca: solo 97 segundos para agradecer a los periodistas su asistencia, citar los preceptos legales que le permiten formar Gobierno por ser su presidente y la fría y rápida enumeración de ministerios y ministros sin comentario alguno y sin dar relevancia a ninguno de los elegidos. Los ha citado en orden protocolario. Aunque Soraya Sáenz de Santamaría fue mencionada dos veces, como ministra de las presidenta, primero, y como vicepresidenta, después. Y el "buenas noches" de rigor. Una vez más Rajoy huye de las preguntas de los informadores como de la peste. Gran aficionado al futbol, Rajoy parecía asumir anoche el rol del mister recitando la alineación del equipo elegido para saltar al campo a disputar el próximo partido. Como suelen hacer casi todos los entrenadores se ha limitado a citarlos en la demarcación que tienen que ocupar en el campo. ¿Para qué explicar más si todo el mundo los conoce?, ha debido pensar.

Porque esa es la primera característica del nuevo Gobierno: todos son conocidos y la única sorpresa puede estar en la ubicación de alguno de ellos o el descarte de otros que no entraron en la convocatoria. Aunque Rajoy es de los que prefieren las carreras de fondo a las cortas y explosivas y es seguro que ha pensado en dejar banquillo, que la legislatura es larga. Y el valor de todos ellos es el mismo, les haya caído cartera ministerial o no en vísperas de la lotería más importante del año: la confianza del jefe. Porque está claro que nadie ha hecho llegar al líder una sola recomendación o sugerencia.

Este es un Gobierno dual, construido sobre las dos áreas clásicas, la política y la económica. En la primera el presidente parece haber delegado algo de poder en su eficaz y cantada vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que además de la portavocía y el ministerio de la Presidencia está destinada a coordinar a los ministros Ruiz Gallardón, Fernández Díaz, Morenés, Wert y Mato. La eficaz Soraya parece destinada a repetir las funciones de María Teresa Fernández de la Vega, la rival parlamentaria con la que se fogueó y a la que controló miércoles a miércoles, durante varios años en el Congreso de los Diputados. Todos los demás ministros tendrán posiblemente a Rajoy como jefe directo: los económicos y la ministra de empleo le van a ver al menos dos veces por semana, una  en Consejo de Ministros y la otra en la Comisión Delegada porque el presidente ha querido amortizar la vicepresidencia que con el PSOE ocuparon Elena Salgado y Pedro Solbes. El será quien haga de vicepresidente económico. Y no hay duda de que el ministro de Exteriores también va a depender directamente del presidente. Bruselas parece ser la clave y el único compromiso del nuevo presidente al hacer su Gabinete. El primer mandamiento del nuevo Gobierno es cumplir con las exigencias comunitarias. La segunda tarea será  abrirse hueco entre las instituciones europeas para obtener el máximo oxígeno posible para nuestra economía. Y si es posible hacer looby con los colegas para convencer a la canciller Merkel. Este país del sur, será el mensaje, va a hacer sus deberes puntualmente -"cueste lo que cueste", que diría Zapatero-pero necesita, a cambio, ayuda adicional para no caer en una prolongada depresión que incremente mucho más las cifras del paro al tiempo que las manifestaciones de indignados y descontentos pongan las calles patas arriba. En ello se va a emplear Rajoy haciendo troika con José Manuel García Margallo  y Luis de Grande. Más nos vale que tengan suerte.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios