Francia salva su triple A

Pese a las "tendencias económicas y financieras" apreciadas por los analistas de Fitch, Francia atraviesa una mala racha. Durante el último trimestre del pasado año, más de 90.000 personas se apuntaron a las listas del paro y el Banco de Francia ha confirmado en la mañana del martes 10 de enero que el crecimiento económico del país durante el citado período ha sido nulo. Debido a estas circunstancias y a la crisis crediticia que azota a la eurozona, otra de las todopoderosas agencias de notación, Standard & Poor's, se ha mostrado mucho más estricta y no descarta bajar el "rating" de la deuda francesa en los próximos 90 días.    

En cualquier caso, Francia se las está apañando mejor que sus vecinos. Fitch ha situado la nota crediticia de varios Estados Miembros de la Unión Europea bajo "vigilancia con implicación negativa", que equivale a decir que podrían ver sus notas rebajadas en uno o dos escalones este mismo año. España es uno de estos países en el punto de mira y nos acompañan Bélgica, Eslovenia, Italia, Irlanda y Chipre. En particular, hay posibilidades significativas de que la nota de la deuda italiana sea rebajada próximamente.   

Standard & Poor's también le está apretando las tuercas a Alemania, y, como hizo con Francia, amenazó con bajarle la nota el pasado mes de diciembre. De nuevo, Fitch discrepa de este análisis y ha manifestado su confianza en la primera economía europea. La agencia estima que es la gran referencia de los mercados de deuda europeos y que su AAA no corre ningún riesgo.

Aunque las notas crediticias representan en realidad opiniones de los analistas, algo que queda patente en el desacuerdo entre Fitch y S&P's sobre la calificación de la deuda de los dos grandes de Europa, está claro que la varita mágica de las agencias de notación sigue teniendo un efecto inmediato en los mercados. El CAC 40 y el DAX, los índices bursátiles francés y alemán respectivamente, han agradecido el margen de confianza de Fitch con alzas del 2,32% y del 2,31%.